El Zócalo de Ciudad de México no pudo haber estado más a reventar y por lo que escucho la gente que logró entrar fue muy feliz. Qué alegría.
Y luego uno comete el error de meterse a las redes sociales y leer todo tipo de comentarios que no tienen que ver con el hecho de que si fue o no un gran espectáculo, sino con todas las implicaciones y usos políticos, repudios de lo mismo, manifestaciones que en lugar de ser de gustos musicales se vuelven clasistas, y muchas cosas más que nada tienen que ver con una presentación de este tipo.
Desde luego, nada de esto es nuevo. Y por supuesto resulta muy relevante hacer un análisis de las letras que son las más populares de la música que mueve por completo a las masas en México, como lo fue en el caso de Los Tigres del Norte (que, en general, amo) celebrando la Independencia de nuestro país. Y vaya que, aunque habrá inevitables consecuencias, la libertad de gozar de un show en multitudes es algo que parecía que nunca volvería a ocurrir.
Solo un detalle. Estamos, extraoficialmente, viendo una competencia política como no la habíamos visto anteriormente en nuestro país. En un solo partido político. Por eso, si a usted le gusta la música de Grupo Firme, y sé que son millones los que la disfrutan, venga. Con análisis y claridad, pero venga.
Y si usted es asiduo lector de la revista ¡Hola! y vio el funeral de la reina Isabel II como el fin de una era, con todo y la famosa selfie de Marcelo Ebrard incluida, se entiende perfectamente cualquier opinión.
Lo que no se entiende, o no debería ser, es que juzguemos los hechos y eventos en cuestión solo y exclusivamente de nuestras filias y fobias políticas. Reina de Inglaterra o Zócalo lleno son temas aparte. No nos confundamos.
Susana MoscatelTwitter: @susana.moscatel