No importa si eres liberal o conservador, famoso o vigilante de tu vida privada, hay ciertas cosas ante las que no podemos más que aceptar lo frágil de nuestra condición humana al enfrentarnos a la naturaleza y las tragedias.
Por eso suena un poco simplista seguir hablando de las celebridades que han perdido sus casas en los incendios de California de esta semana. Como ellos, miles de personas fueron desplazadas y en muchos casos han perdido todo. Sí se quemaron algunas de las zonas más ricas de Los Ángeles, pero también desaparecieron de un momento al otro cientos de albergues, centros de ayuda y hogares de gente que trabajó toda su vida para poder tenerlos. Y no, la gran mayoría de estas casas no estaban aseguradas como tantos aseveran y sí, personas de bien lo perdieron todo de un momento al otro.
Pero sucedió “en Hollywood” y ya sabemos cómo responde un numero alarmante de gente ante eso. Aun así, no puedo dejar de sorprenderme y horrorizarme al ver cuántas de las repuestas a esta devastación en redes sociales tienen que ver con teorías de la conspiración, política y simple y asqueroso placer por la tragedia ajena. Empezando por un tal Elon Musk y de ahí por los trolls más torpes en expresar su fealdad humana.
Lo cierto es que Hollywood sí está en pausa en gran parte; actrices como Jaime Lee Curtis ya donó 1 millón de dólares para los bomberos y Jean Smart (Hacks) pidió que no se hagan ceremonias de premios televisadas y que el dinero se done también. Entiendo que es difícil cargar con nuestras propias tragedias y dolores como para que encima tengamos energía para ser empáticos con quienes consideramos como “los más privilegiados”. Pero eso habla más de nosotros que de los demás, y sí, para las llamas infernales que devastaron Los Ángeles no hay la menor diferencia quién es quién cuando se encienden con semejante furia.