Ocurre pocas veces en cada generación de actores que alguien comienza a destacar por sus increíbles actuaciones, por su versatilidad. Los roles controvertidos que elige y logra hacerlos obras maestras a pesar de todo. Por el hecho de que haceruna comedia oscura, sobre temas de deformidad e identidad, y luego regresa a una gran franquicia de superhéroes, donde se posiciona como uno de los favoritos del mundo. Pues bien, me parece más que razonable decir en este momento que estamos en la era de Sebastian Stan.
Este es un hombre que se fusiona en sus roles. Por fin pude ver The Apprentice, donde interpreta a un joven Donald Trump, y vamos viendo cómo se va convirtiendo en lo que sea que es hoy en día. Digan lo que digan de la película, a mí me pareció brillante.
En Pam and Tommy se convirtió de manera inaudita en Tommy Lee, de Motley Crue, a quien le robaron la cinta íntima con su entonces esposa Pamela Anderson. Ambos personajes son conocidos y no sé cómo demonios le hizo Sebastian Stan para que los viéramos a ellos todo el tiempo.
A Different Man es una muy valiente interpretación de un actor con la condición de neurofibromatosis, la cual lo deja desfigurado y confrontándose a si mismo respecto a lo que reconoce ser versus la realidad. Es para los premios, lo veremos ahí.
Y pronto regresará como Bucky Barnes de Marvel en el universo de Capitán América y los próximos Thunderbolts. Viendo todo es justo y considerando que todo se llevó a cabo en un breve periodo en el que huelgas y pandemias frenaron el ritmo cinematográfico, tengo que decirles que el tamaño actoral de Sebastian Stan me tiene impactada y agradecida como audiencia. Sí, tal vez esté compartiendo los reflectores con actores de la siguiente generación como Timothée Chalamet y Austin Butler, pero Stan lo tiene todo y apenas va comenzando.