Muchos lo llamamos un “éxito musical”, y “Pride” de U2 lo es. También conocida como “In The Name Of Love” por los millones de fans de la agrupación irlandesa es fácil olvidar, al cantarla una y otra vez, que su origen es un tributo al líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr. Fue lanzada en 1984. En ocasiones los músicos han narrado que fueron emocionalmente impactados por una exposición en el Chicago Peace Museum un año antes. Bono también hablaba de cuánto la biografía del mismo líder lo había impactado, sobre todo en lo que a la resistencia pacifica y la incesable búsqueda de paz en un entorno eternamente violento se refería.
Anoche, en el show que U2 dio en The Sphere de Las Vegas, el vocalista hizo esta aclaración antes de cantar esa pieza: “Ante lo que ha ocurrido en Israel y Gaza, una canción sobre la no violencia parece un tanto ridícula, hasta una burla, pero nuestras oraciones siempre han estado con la paz y a favor de la no violencia. Nuestros corazones y nuestro enojo, ustedes saben hacia dónde están dirigidas”. Y vaya que lo sabemos. No solo porque adaptaron un tanto la letra para especificar que hablaban de las vidas arrebatadas por el terrorismo de Hamas, sino que para U2 el terrorismo y sus consecuencias nunca ha sido un tema ajeno. Siendo irlandeses saben bien cómo las disputas políticas roban la vida entre llamas a inocentes.
La canción, también dirigida en especial a los jóvenes que celebraban en un festival de música por la paz, volvió a vibrar con el significado de una humanidad herida. Porque lo estamos. De esta trágica situación solo habrá terribles y dolorosas consecuencias. Cantar a todo pulmón una plegaria en nombre del amor puede sonar insuficiente. Pero el poder de la música nos debe hacer entender las emociones detrás de las mas espantosas realidades es extraordinariamente valiosa.