Pareciera que cumplir años para una mujer famosa es la hora de pasar por la revisión anual de todos aquellos que no ven más allá de lo obvio, del objeto, de unas cuantas curvas que ¡o milagro! Llegaron contigo en donde ellos las querían a esta celebración. En el caso de Salma Hayek, parece ser su inevitable regalo cada doce meses, titulares por todo el mundo diciendo: “Tiene tal edad y aún muestra un increíble escote” o peor aún, “A sus 54 años aún luce sexy y deseable”.
Lo noté desde la mañana pero todo el día la información siguió fluyendo de la misma manera. Y claramente funciona, pero citando a una gran amiga, Gaby Faure, quien es parte importante de nuestra industria del cine y quien ha ganado un gran lugar en ella con su mente y trabajo: “Productora, empresaria, actriz, nominada al Oscar … y así deciden celebrarla?”. Realmente parece que no hemos aprendido nada. Sobre el machismo, sobre lo que nos importa respecto al prójimo, sobre lo básicos que podemos ser en nuestros intereses y por lo tanto valores. Qué bien que Salma se mantenga espectacular físicamente, pero también ha trabajado sin parar en el activismo, ha generado trabajo para miles de personas y representa con una dignidad bruta a nuestro país cuando más lo necesitamos.
Sí, también es cierto que el algoritmo no ayuda. Nosotros lo alimentamos a él dando click y él a nosotros dándonos 10 noticias más por el estilo. Pero finalmente eso es quien acabamos siendo como seres humanos, nuestras acciones parten de nuestros intereses y capacidad de ver más allá. Y en el caso de una mujer hermosa, tristemente lo demás resulta ser vilmente ignorado. Lo siento Salma, no aprendemos.
Twitter: @susana.moscatel