Cuando terminaron las huelgas de escritores y actores en Hollywood el año pasado, uno de los temas más relevantes fue el acuerdo respecto a las regalías del streaming. Los actores en particular, a través de su sindicato SAG-AFTRA, lograron el acuerdo en el que se les daría un bono cuando participen en una producción con mucho éxito. ¿Cómo medir el éxito en un mundo en el que no se comparten los números de vistas o incluso ya de suscriptores? Las compañías de streaming propusieron compartir esta información confidencial con el sindicato. Esto fue aceptado, pero ¿sería suficiente?
Por lo visto, no del todo. Se basarán en estos números, pero los negociadores por parte de los histriones anunciaron ayer que llegaron a un acuerdo con una compañía que antes tenía mucha más prevalencia en la industria, Nielsen. Sí, la compañía de los famosos ratings, que sí tiene un departamento dedicado a esos números, pero que el mundo entero relacionaba con la televisión abierta. Y aunque sus servicios son de utilidad para decisiones internas en plataformas como Netflix, HBO Max o Disney +, ya no son el factor principal para que estas ganen dinero, porque su negocio tiene más que ver con suscriptores que con anunciantes (todavía).
Por eso, que los actores consigan esta información por su cuenta, para contrastar con los datos que les den las compañías de streaming, es una movida fuerte, interesante y relevante en esta batalla que, por supuesto, no ha terminado. Recordemos que lo negociado fue solo por dos años, y ya se les hizo tarde a todos para ver qué tanto están funcionando todos los logros de ese nuevo contrato colectivo que, después de meses y meses, al final firmaron.