Los Dragones: ¿quién tiene la culpa?

Ciudad de México /

Cuando HBO hace bien las cosas, las hace mejor que nadie. Y lo saben. Por eso cuando nos invitaron, junto con varios compañeros de la prensa y creadores de contenido, a una fiesta para ver el cuarto capítulo de House of The Dragon nos pusimos muy locos en casa. ¿Quién iba a morir? ¿Qué tenía este capítulo para hacer que HBO nos quisiera ver mientras lo observábamos e incluso grabar nuestras reacciones?

Me preparé para una noche emocionante y prometí gobernar mis expresiones si pasaba algo muy emocionante en la pantalla para no aparecer como fan desorbitada frente a las cámaras. Fallé.

No solo fallé épicamente, varios de mis amigos y yo procedimos a gritar improperios y a brindar por ciertos personajes a nuestras redes sociales. Lo hicimos espontáneamente ante el impacto de lo ocurrido en las pantallas y de lo que fue el momento más emocionante en décadas de tv.

Me queda claro que los fans de la serie ya saben a qué me refiero y los que no lo son ya no nos soportan, pero la cosa es esta: necesitamos algo que nos una para bien.

Irónicamente, fue la épica historia de una sola familia fracturada por la ambición y por malentendidos con consecuencias devastadoras. El simple planteamiento sobre quién empezó con este sangriento conflicto palidece ante el hecho de que no importa, porque ya no hay vuelta atrás.

¿Será que en la vida real podríamos aprender de la ficción? Y ese es solo uno de los enfoques fascinantes de todo esto. El hecho de que ahora “queramos un dragón propio” me deja claro que no estoy sola y que siempre hay que tener cuidado con lo que se desea. ¡Enorme, HBO! 


  • Susana Moscatel
  • 25 años de periodista y conductora de entretenimiento. Ha publicado tres libros, traducido 18 obras y transmitido el Oscar y el Tony, entre muchos otros. Escribe de lunes a viernes su columna Estado fallido.
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