‘Made in México’: ¿listos para el escándalo?

Ciudad de México /

Se los puedo decir con todas sus letras, ahora sí Netflix se la está jugando en México. Quiero pensar que saben perfectamente, y lo saben porque se los hemos dicho, que habrá reacciones muy fuertes a su primer reality show mexicano. Lo que no sé es si será tomado como comedia (en ocasiones involuntaria) o como una cachetada al tan vanagloriado concepto de austeridad que hoy en día gana elecciones.

Ellos, por ejemplo, algunos de ellos sí tienen un avión. Tal vez no como el de Obama, pero no suelen quedarse varados con decenas de personas más en Huatulco. Es un grupo de jóvenes privilegiados con quien pude platicar hace algunas semanas. Y sí, mi primera pregunta tenía que ver si sabían en la que se estaban metiendo. Me parece que aunque uno o dos sí entienden, la mayoría nunca ha vivido mucho fuera de esa burbuja de la sociedad que el mucho menos que el 1% de nuestro país, y que sin la menor duda levantará ámpula con los niveles de pobreza que nos cargamos. No sé si bancarrota, pero individualmente será difícil que alguien que apenas puede pagar su Netflix se identifique. Tal vez no deje de ver por la incredulidad. Y porque sí hay personajes adorables. Pero a fin de cuentas: problemas de ricos. De México para el mundo.

Ahora, restregar este tan pequeñito pero poderoso rostro de México en tiempos de La cuarta transformación no tiene que ser tomado necesariamente como una postura política. Claro, Made in México es hecho con todo el know how de los realitys gringos. Logran contar historias que acaban por darte risa, considerando la magnitud de los conflictos que estos jóvenes de eso que se hace llamar “la alta sociedad”, tienen.

Pero debo confesar algo: me cayeron bien. Yo conozco a algunos de ellos y les puedo decir que el casting es perfecto si lo que quieren es llamar la atención, indignar y, claro, hacer reír. Pero que yo sepa, todos son seres humanos de bien. No quiero nunca ser parte de un discurso en el cual tener éxito, o venir del éxito, sea algo que hay que castigar. No si viene de buen origen. Y sin duda entre estos chicos hay filántropos y gente que quiere ayudar al prójimo. Claro, hay otros que solo quieren beber y gastar y ser encantadores. Es buena televisión moderna. No la que yo vería si al lado tengo la opción de digamos Osark o incluso La casa de las flores. Pero al tener que verla para hacer las entrevistas confieso que me la empecé a pasar bien.

Y algo muy a su y nuestro favor: la manera en la que México es retratado (literalmente, con las cámaras, no con las implicaciones sociales) es tan hermoso que seguro no le hará daño al turismo. Pero ellos mismos lo repiten en varias ocasiones: “el círculo social es muy pequeño aquí y todos nos conocemos”. Wow. Espero que los turistas que vengan por ello no esperen encontrar a estos compadres dominando el discurso en nuestro país. Digamos que es un controvertido y entretenido divertimento. Y todo un experimento para Netflix. Pronto las entrevistas. Cuando ustedes ya la hayan, si quieren, visto.

¡Que alguien me explique!

¿Por qué nos afecta tanto dónde nacen los cantantes de nuestro país? ¿Solo nos sirven si fueron Made in Mexico

Twitter@SusanaMoscatel

  • Susana Moscatel
  • 25 años de periodista y conductora de entretenimiento. Ha publicado tres libros, traducido 18 obras y transmitido el Oscar y el Tony, entre muchos otros. Escribe de lunes a viernes su columna Estado fallido.
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