Las noticias que llegan día con día respecto a todo lo que está podrido con el sistema de rehabilitación y venta de drogas para élites en Hollywood definitivamente es de no creerse.
Apenas hace unas horas se informó oficialmente que uno de los detenidos en el caso del actor, conocido principalmente por su participación en la serie Friends, Erik Fleming, no solo vendía el anestésico de efecto rápido ketamina directo a los adictos, sino que trabajaba en un centro de rehabilitación, donde ya hay un caso documentado de otra muerte similar a la de Perry.
Para hacer más extraña esta historia hay que añadir que la ex esposa de Charlie Sheen, Brooke Muller, estaba cooperando con las autoridades para que esto se supiera después de la batalla que ella misma sufrió contra la adicción, además de una condena por ello.
Son demasiados detalles los que están por salir a la superficie y al ojo público; también es posible que el alto perfil y, sobre todo, el cariño que los fans le tenían a Matthew, se convierta en la razón primordial por la cual se preste atención suficiente a este caso para desenredar esta terrible red de adicción y abusos.
Sin embargo, sabemos de primera mano que ya hay dos documentales en distintas etapas de producción al respecto de todo lo que sucedió con el actor Mathew Perry, y también se está tratando de vender una serie levemente ficcionada al respecto.
¿Es muy pronto? ¿Podrá todo esto ayudar a que se desmantelen estas trampas de muerte institucionalizadas? ¿Tendrá eco fuera de Hollywood? ¿Hay diferencia moral entre un documental que informe, que una serie que entretenga? ¿Es demasiado pronto? Irónicamente, solo el tiempo lo decidirá.