Me da miedo Christian Bale

Ciudad de México /

A pesar de que los verdaderos adoradores de Satán quisieron creer que el actor estaba auténticamente agradeciendo a su Señor el día que recibió su Globo de Oro por la brutal interpretación que hizo de Dick Cheney en Vice, yo tiendo más a creer que el histrión estaba más bien equiparando al hombre que interpretó con el diablo, que cualquier otra cosa cuando lo mencionó en su discurso.

Sea lo que sea, igual me da miedo Christian Bale. No porque no supiéramos de su impactante capacidad de convertirse en personajes que en nada se asemejan a su persona, sino porque éste, en particular, es una figura que verdaderamente ha marcado la historia reciente de la humanidad, logró, mucho antes que Trump, robarle los derechos humanos a quien fuera y hasta redefinió la tortura de tal manera que nada volvería a ser lo mismo para siempre.

Seguro, si uno ha seguido las noticias o se ha tratado de informar durante los pasados veinte años, seguramente nada de lo que el ex vicepresidente de los Estados Unidos es capaz de hacer nos podría sorprender. Excepto de que esta vez la historia está contada de tal manera, que no solo se hilan todas las narrativas, sino que uno termina completamente confundido entre la risa y el llanto.

“Es una porquería de mundo en el que vivimos, así que vamos a reírnos de él”, parece estar diciéndonos el cineasta Adam McKay (La gran estafa, Anchorman) y vaya que tiene razón.

Como se los dije con El infiltrado del KKK de Spike Lee, la comedia está resultando la mejor herramienta posible para poder digerir los tragos más amargos de la historia en sus más recientes capítulos. Y Vice es todavía mejor ejemplo de esto.

Christian Vale es Dick Chaney. No hay nada que los distinga excepto la realidad. Y algo muy parecido ocurre con Sam Rockwell, quien interpreta a un bastante estúpido George W. Bush, empujando más y más sobre la muy comentada teoría de que el verdadero mando estaba en las manos del “segundo a bordo”.

La cinta, que en México se estrena en febrero y tiene seis nominaciones al Oscar tal vez no informe a los clavados con la materia. Pero la vi en un cine lleno de Milenialls, quienes simplemente no vieron como esta historia se fue desarrollando en los canales de noticias de Estados Unidos. Quienes no saben de la vida antes y después del 11 de septiembre y como cambió todo a escala mundial (solo asómense a cualquier aeropuerto) y para quienes ya es parte de la vida diaria leer a un bufón naranja presidencial hacer alardes dignos de la secundaria a través de Twitter día con día.

Para mí la lección está muy clara. Siempre hay que tener mucho más cuidado de aquellos que callan y observan. No de los que gritan y se exponen. Qué risa… Qué triste. Qué miedo.

Twitter: @SusanaMoscatel

  • Susana Moscatel
  • 25 años de periodista y conductora de entretenimiento. Ha publicado tres libros, traducido 18 obras y transmitido el Oscar y el Tony, entre muchos otros. Escribe de lunes a viernes su columna Estado fallido.
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