Hace poco más de dos años viví el placer culposo de picarme con la serie Dirty John en Netflix. Una historia de la vida real que hablaba de cómo un hombre se hizo pasar por doctor, sedujo a la madre de dos hijas y casi mata a una de ellas con tal de quedarse con la herencia. Y bueno, luego de enterarme de que todo esto había salido de un podcast que contaba la historia, con las voces reales de las mujeres que vivieron esto, quedé aún más intrigada.
Resulta, sin embargo, que de pronto ya es completamente normal ver una cinta, serie o hasta libro (y al revés) basado en algún podcast popular. Algunos de ellos: Homecoming, con Julia Roberts (Amazon), Star Talk con el brillante astrofísico Neil DeGrass Tyson (National Geographic) y Lore, una delicia de leyendas urbanas en Amazon Prime.
El arte de hacer un buen podcast va mucho más allá de solo sentarse en el micrófono de casa y hablar. Compañías como Wondrey, que ya pertenece a Amazon, ha hecho un trabajo brutal de lo más importante para cualquier medio de entretenimiento: contar historias que no puedes dejar de oír. Y sí, el lenguaje de un buen podcast estos días se asemeja en algunas cosas a los gloriosos tiempos de la radionovela, pero tiene aun más.
Estoy impactada con una serie nueva llamada Confrontando a…, en cuya primera temporada, Kim, hermana de Ron Goldman, el hombre asesinado hace años por O.J. Simpson junto con Nicole Simpson, busca entender qué pasaba por la mente de cada uno de los personajes en esta historia de crimen sin penitencia que captó la atención del mundo. Créanme, los podcast no son repeticiones en audio de su programa de tv favorito. Son un nuevo medio en sí.
@susana.moscatel