No lo vimos venir, sabíamos algo de que el thriller a modo de serie llamado Paradise era uno de los proyectos en los que Disney había puesto especial atención después de su adquisición de 20th Century Fox. Cuando soltaron casi de sorpresa, primero en Hulu, en Estados Unidos, y casi de inmediato en Disney+ México, los primeros tres capítulos de esta serie, nos dimos cuenta de que era un evento televisivo de aquellos que sí marcan la pauta y que hacen que uno corra a ver el siguiente capítulo, en el momento que lo suban porque los spoilers podrían arruinar la mitad de la diversión.
Es difícil explicar de qué va la serie, estelarizada por el magnífico Sterling K. Brown (American Fiction, This Is Us) sin arruinar muchos de los giros que se van develando desde el primer capítulo, pero que no dan tregua con el pasar de la serie. Podemos decirles sin arruinar nada que alguien mató al presidente de Estados Unidos (James Marsden) y su agente secreto más cercano parece ser sospechoso del incidente.
¡Es tanto más que eso! Hay muchos ecos en esta ficción del cómo lo que vivimos en la actualidad podría perfilarse a lo que les pasa a todos en la serie, creada también por el showrunner de This Is Us, Dan Fogelman. Hay desde temas políticos que cruzan por la ciencia ficción hasta un juego indescriptible de emociones entre los personajes, que sin duda cuentan con el hecho de que seremos sorprendidos una y otra vez por sus motivaciones.
Paradise pronto se convertirá en esa serie como La casa del Dragón o Succesion, que planeas como un evento y mientras sucede no te puedes asomar a redes sociales, ni hablar con los que no saben de cuidar spoilers. Mi sensación es que pudo haber sido una gran película, y que ahora goza del tiempo que el formato de serie le da para desarrollarse sin prisas y sorprender con es suspenso. Si pueden, no se la pierdan por nada.