No es pregunta retórica. De verdad, quiero saber qué nos importa de estas ceremonias de premios a lo mejor de la actuación, porque, midiendo por clics y conversaciones, la respuesta es más que obvia: nos importa si Brad y Jen vuelven a ser pareja o no. Eso no es ninguna novedad, pero hay dos cosas que me preocupan: a) ¿Dónde queda el valor del trabajo cinematográfico si ese es el titular? y b) ¿Qué nos falta en nuestras propias vidas como para llevar en este tema desde 2005 sin poder superarlo?
No pretendo ser distinta a nadie. Claro que esa fotografía que dio la vuelta al mundo, donde Brad toma del brazo a Jen, también cautivó mi imaginación. Es un momento en el que podemos proyectar todas nuestras fantasías, ilusiones e incluso sueños de que “aquel o aquella que se nos fue” podrá regresar. Pero, vaya, pasaron cosas tan extraordinarias en esta premiación, que tal vez vale la pena que también les echemos un ojo a ellas, ¿no? Ya saben, esas que sí tienen que ver con el arte y el entretenimiento.
Joaquin Phoenix, por ejemplo, dando cátedra de humildad y absoluta gratitud con la vida al hablar de todos los demás actores que estaban nominados junto con él en su categoría, de manera amorosa, respetuosa y divertida. Demostrando que no hay nada más importante que el trabajo y el privilegio de poder dedicarse a conmover, sabiendo que los nominados a su lado están en el mismo tenor. ¿No es algo mucho más aspiracional para nuestras vidas?
Y Parásitos ganando el premio de ensamble. Es histórico y maravilloso. Mientras algunos están desesperados por levantar muros y dividir al mundo, otros demuestran que, a través del arte y un muy, muy oscuro sentido del humor, esos muros culturales pueden ser derribados y enriquecer nuestras vidas.
Que una cinta de Corea del Sur tenga el ingenio para brincar de género en género de esa manera, de hacernos reír, gritar y hasta llorar de un momento al otro, se dice fácil, pero queda claro que, como dijo su escritor y director en los Globos de Oro, una vez que superamos la barrera de los subtítulos hay universos por descubrir. Y una vez conociendo al mundo a través del cine, estamos listos para hacer uno mucho mejor.
Las series de televisión que ganaron tienen más calidad, valor y presupuesto que la gran mayoría de las cintas, lo cual también amplia el panorama, porque casi todas ya las podemos ver. Confieso que me emocionó ver cómo los colegas de Aniston reconocen un esfuerzo y trabajo no solo por permanecer vigente y superar un personaje como Rachel en Friends (o el de la señora Pitt) y lograr algo tan importante como lo es The Morning Show de Apple Tv. Hay muchas cosas que me importan de estos premios. Más allá de nuestra naturaleza humana que nos predispone a saber qué pasa en las telenovelas de la vida real.
Twitter: @SusanaMoscatel