El corazón no es algo que hoy en día se tome en cuenta en muchos medios de comunicación (si es que en algunos casos podemos llamarlos así) y es algo que me llena de vergüenza y dolor. También tienes razón en decir que no se vale que aquellos que te hostigan afuera de tu casa, buscando una entrevista en el peor momento de dolor de tu vida, no tienen derecho a decir que lo hacen por “nuestra gente”. Muchos son mercenarios del morbo y simplemente no entienden o no les importa la diferencia del periodismo, que cumple una función en nuestra sociedad, al crear un producto que sin duda será consumido a pesar de las terribles consecuencias que esto tenga para la sociedad.
Admiro mucho tu claridad desde el principio de esta pesadilla y la manera tan amorosa que siempre has tenido al hablar de tu mujer. Ojalá sí hubieras tenido todo el tiempo posible para no tener que estar aguantando egoísmos y tonterías ajenas, cuando tú y los tuyos solo tendrían que estar concentrándose en lo importante, pero desafortunadamente el sistema forense de California lo hizo imposible, y la falta de compasión de tantos más, seguramente lo hizo una pesadilla. Así que solo puedo decirte una cosa. La forma en la que has manejado todo esto no solo es admirable, es un testamento de amor absoluto y un tributo a la calidad humana que evidentemente te caracteriza.
En el peor momento de tu vida diste un mensaje tan importante respecto a la salud mental, a la depresión que —te puedo asegurar— muchísima gente ha prestado atención por primera vez para acabar con el estigma y conseguir ayuda, cuando antes ni siquiera era una opción en su mentes. Hablar con el amor que evidentemente tenías por Stefanie, y explicar cómo “la depresión ha cobrado vidas de mucha gente hermosa, maravillosa y talentosa, como mi amada esposa”, es un claro mensaje para miles de personas que no están solas. Que en estos momentos nos digas a través de tus redes sociales que “la pesadilla que están atravesando solo podrá aliviarse si logran convertir su dolor y pesar en un mensaje que despierte aún más la conciencia en este tema, en el mundo entero, para con suerte, poder salvar otras vidas”, es el único que deberíamos estar repitiendo y apoyando. Los que conocemos de cerca el tema de la depresión lo sabemos. Los que no, deben saberlo. Y eso, mi querido Demian, es lo que hiciste desde el primer momento con tus hermosas palabras respecto su legado.
Nos pides un poco de tiempo y prometes que más adelante “varios temas serán tratados, desde el misterioso funcionamiento de la mente humana, hasta las lamentables fallas de nuestro sistema de salud”.
Cuando estés listo, Demian, cuenta con que habrá un ejército de personas, mucho mayor y más motivado para acompañarte con este mensaje, con este legado, con este acto de amor.
Por ahora deseo que los medios nos demos cuenta de que del otro lado hay seres humanos que sienten profundamente. Deseo que te dejemos en paz. Pero como personas que quizás tengamos alguna plataforma, espero que sepas que aquí estaremos para hablar de lo que se tiene que hablar. Cuando sea el tiempo.
@susanamoscatel