La respuesta es Donald Trump. Miren, esta columna la estamos escribiendo antes del Super Bowl. Sabemos que habrá mil temas más allá que el partido, pero debo decir que el post del ex presidente y futuro contendiente a la presidencia de Estados Unidos sí muestra que está preocupado por el poder de convocatoria electoral de Taylor. Tanto que en lugar de insultos o apodos acudió a algo que usualmente no relacionamos con él: información.
Trump asegura que el Music Modernization Act, conocido en su momento por los legisladores (sí, Republicanos) que lo propusieron como el Orrin G. Hatch-Bob Goodlatte Music Modernization Act, se firmó para Taylor Swift (y los demás artistas) y que Joe Biden nunca ha hecho nada por ella.
Así ve el mundo Trump y eso no debe sorprender, pero no podemos olvidar que esta legislación, que se aprobó en 2018 tiene que ver con los servicios de streaming que no pagaban a los compositores e interpretes, y fue la misma Taylor la que retiró su música de ellos hasta que se tratara de manera correcta a los artistas. Pero ahí van los políticos.
Lo curioso de este post preSuper Bowl es que la habitual arrogancia de Trump se ve bastante afectada por el tema. Más allá de las absurdas teorías de la conspiración sobre Taylor como agente del Pentágono, lo cierto es que cualquier mención de su parte para pedirle a sus fans que se registren para votar, sí puede hacer una absoluta diferencia en estas elecciones. Ella no tiene que decirles por quién. Y que Trump quiera ganarse a esos fans diciendo que ayudó a que Swift sea la artista, empresaria e influencia que es hoy daría un poco de ternurita, si no fuera porque viene de Donald Trump.