Reflexiones de Chernóbil y la realidad

México /

Desde la semana pasada empezaron a llover, por redes sociales, fotografías de personas, en su mayoría jóvenes, que o decidieron ir o fueron llevados a la zona devastada por el peor accidente nuclear de la historia, en lo que entonces era la Unión Soviética, Chernóbil, ahora en Ucrania. Ya hablamos de eso aquí, pero no dejó de llegar la información, las pláticas al respecto, la indignación en ocasiones exagerada y, por supuesto, los datos de cómo el turismo (si es que se le puede llamar a eso turismo) ha incrementado desde que HBO empezó a transmitir la serie basada en hecho trágicos y reales.

Saco el tema a colación de nuevo, porque realmente no hay mejor ejemplo de cómo la realidad está, poco a poco, en la mente de tantos, distorsionada a una opinión o incluso una ficción, por el simple hecho de haber sido conocido a través de una pantalla. Y eso, en gran parte, es lo que tiene al mundo como lo tiene.

Hace días Bill Maher (también de HBO) puso una serie de clips de personas que apoyan a Donald Trump diciendo que ellos jamás han escuchado nada sobre los niños separados de sus padres en la frontera, de los temas de acoso sexual contra las mujeres y mil cosas más que están más que documentadas. Cuando les preguntaron de dónde sacaban su información, la respuesta era generalmente las redes sociales y Fox News. Las pantallas.

Esta no es una gran novedad, pero el tema de Chernóbil lo ilustra tan bien, que vale la pena recalcarlo: millones de personas ya no distinguen la realidad de lo que quieren creer. Y en muchos casos, si lo recibieron a través de una pantalla, entonces no es real. De ahí la ocurrencia de ir a un lugar donde tanta gente murió y sacrificó su vida por el resto del mundo para encuerarse y buscar más seguidores.

En este nivel de inmediatez es casi imposible pedirles a aquellos que no recuerdan 1986, cuando ocurrió la catástrofe, el terror y la incertidumbre a escala mundial. ¿Cómo hacerles sentir lo que era la guerra fría? Definitivamente, si una serie tan buena como Chernobyl se tomó todas las molestias del mundo para explicar todo a la perfección uno pensaría que sería suficiente. Pero empiezo a sentir que todo lo que se vive a través de una pantalla se usa como material para alimentar el ego personal en muchas personas. En muchas personas que influyen a millones más. Y esta es, al menos, una buena oportunidad para reflexionar sobre eso. Imaginen, eso pasó en los años 80, pero lo mismo ocurre con lo que pasa hoy mismo. La gente decide creer lo que quiere. Culpemos al algoritmo, a la pantalla, a la frustración política. Pero nunca dejemos de reiterar los hechos que no son tema de interpretación, para aprender y saber reaccionar respecto a ellos.

¿En serio?

¿Había tanta necesidad de tantos de aventar el spoiler del misterio de Misterio a bordo con Adam Sandler, Jennifer Aniston y Luis Gerardo Méndez? ¡El chiste es adivinar quién fue! ¿Para qué arruinar el filme? _

Twitter: @SusanaMoscatel

  • Susana Moscatel
  • 25 años de periodista y conductora de entretenimiento. Ha publicado tres libros, traducido 18 obras y transmitido el Oscar y el Tony, entre muchos otros. Escribe de lunes a viernes su columna Estado fallido.
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS