Ahora sí, la pandemia nos trajo una relación aun más cercana a las apps que tenemos en nuestro celular porque en muchos casos era la única ventada hacia el mundo. ¿Lo hicimos bien? Cada uno sabrá.
En lo particular y por primera vez tuve una semana en la que estaba tan cansada del ambiente tóxico de Twitter que borré la aplicación por varios días (no la cuenta) y al final de la semana analicé mi sentir al respecto y me di cuenta de que sí había estado mucho más en paz.
Ah!, pero ayer que hackearon las cuentas de las personas de altísimo perfil y Twitter decidió proteger todas las cuentas verificadas evitando que tuitearan sentí que me habían robado mi espacio en el mundo exterior.
La verdad es que tenemos relaciones muy extrañas con estas aplicaciones.
Un día antes, por un buen rato, se cayó WhatsApp en gran parte del mundo y bueno, podría pasar horas las crisis que documenté porque a muchas personas ni siquiera les pasa ya por la cabeza levantar el teléfono para resolver cualquier tema. No me respondió. Bye. ¿Qué? Se cayó WhatsApp. ¿!Qué más, 2020, qué más!?
El Tik Tok, que honestamente no les domino, también está pasando por su crisis, pero más allá de lo que les puedan decir los expertos en seguridad cibernética es aterrador (como lo fue en Twitter) que países y presidentes como Trump consideren prohibirlo.
Sí son nuestras plazas públicas, nos guste o no. Y también la forma con la que millones nos relacionamos con gran parte del mundo. ¿Ustedes la pasaron mal durante estos dos días? ¿O viven en un mundo más feliz?
Twitter: @susana.moscatel