Fake news es la maldición de nuestros tiempos, y sí estoy tomando en cuenta a la pandemia, porque mucha de su letalidad ha tenido y tendrá que ver con la existencia de este fenómeno. Como quien propaga información falsa por motivos políticos al respecto de los contagios y más.
Pero pocos recuerdan que el término no quiere decir, de manera literal, simplemente noticias falsas.
Es todo un proceso, en la gran mayoría de los casos con intenciones políticas o comerciales de afectar la claridad en ciertas materias o incluso atacar de manera cobarde al contrincante o competencia.
Hoy en día tenemos las redes sociales en una situación tremenda, debido al poder y a la responsabilidad que tienen. ¿Son ellas quienes tienen que ser réferis de la información? Y por ejemplo ¿Qué decirle a un presidente que, a sabiendas o no, tiene un ejército de bots trabajando a su favor, cuando reclama que lo atacaron a él?
Twitter acaba de hacer algo que suena un poco tarde, pero es más allá de importante. Agregó a los tuits de Donald Trump contra los votos por correo ligas para que la gente se informe sobre el proceso democrático.
Equivale a un desmentido. Imposible hacerlo siempre con los tuits de la mayoría de los políticos, pero en miras a una elección, y ante lo que ya inicia de nuevo: una cantaleta de que le robaran las elecciones, pues ésta fue la gota que aparentemente derramó ese vaso.
Seguiremos viendo eso. Sí leemos algo como “No pasa nada, necesitamos más abrazos”, en tiempos del inicio de una pandemia ¿por ejemplo? Veremos respuestas.
Es un tema que apenas va empezando, cambiará todo y hay mucho qué decir al respecto todavía.
Twitter: @susana.moscatel