En un mundo que evoluciona, los materiales que usamos todos los días cambian para mejorar, al igual que sus métodos de obtención. Es así como han surgido los nanomateriales, donde cada partícula que los conforman tiene un tamaño inferior a 100 nm (un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro). Los nanomateriales presentan propiedades nuevas o mejoradas en comparación con aquellos cuyo tamaño de partícula supera el micrómetro; sus aplicaciones son muy amplias en estudios médicos, cosméticos, agricultura, energías o ambiente y su gran demanda ha propiciado avances en la creación de nuevos materiales.
Tradicionalmente, la síntesis de nanomateriales ha implicado el uso de procesos químicos que, aunque efectivos, suelen ser contaminantes. Los métodos convencionales requieren el uso de equipos costosos y sofisticados o de reactivos tóxicos que pueden generar residuos difíciles de manejar y ocasionar daños a los ecosistemas y la salud humana.
Sin embargo, la comunidad científica ha abierto nuevos caminos hacia la sostenibilidad mediante técnicas basadas en sistemas biológicos. Una de las innovaciones más prometedoras emplea organismos vivos o sus derivados para la fabricación de nanomateriales, ya que bacterias, hongos, algas y plantas pueden actuar como agentes reductores y estabilizantes en la producción de nanopartículas.
Estas aproximaciones biotecnológicas sintetizan nanopartículas de metales preciosos, como el oro y la plata, siendo menos contaminantes y más eficientes desde el punto de vista energético, lo que representa beneficios significativos para la sociedad y contribuyen a un entorno más saludable, además de que se desarrollan nuevos productos y aplicaciones con una menor huella ecológica, lo que impulsa la innovación y crea empleos en sectores emergentes de la biotecnología y la química verde. A pesar de los avances prometedores, la transición hacia estos métodos sostenibles no está exenta de desafíos, la escalabilidad de los procesos biotecnológicos y el costo de recuperación de materiales siguen siendo obstáculos importantes; no obstante, la inversión en investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías permitirá superar estos retos.
En el Laboratorio de Nanotecnología, Sistemas Biológicos y Aplicaciones Industriales de la Universidad Politécnica de Pachuca, avanzamos en la obtención de nanomateriales a través de métodos de síntesis verde, minimizando el impacto ambiental de nuestras actividades con oportunidades de aplicación en diversos campos. Estamos desarrollando aplicaciones avanzadas en agricultura que contribuyen a una mejor gestión del recurso hídrico y a mejorar el desarrollo de los cultivos. En el campo de la medicina, estamos creando materiales que aportan al diagnóstico y tratamiento de enfermedades con una menor toxicidad. Además, en tecnologías ambientales desarrollamos soluciones sostenibles para la descontaminación del agua. En el sector energético, estamos investigando nuevas formas de producir y recolectar energía mediante materiales respetuosos con el entorno. A través de estos avances, nuestro equipo impulsa la innovación y un futuro más sostenible.
Es evidente que estamos marcando un cambio significativo en la forma en que producimos y utilizamos estos materiales avanzados donde esta transformación demuestra que la ciencia y la sostenibilidad pueden ir de la mano para construir un mundo más verde y consciente, abriendo nuevas posibilidades para la tecnología y la sociedad en general.
Maricela Villanueva Ibáñez
Profesor investigador de la UPP