Del 'nearshoring' a las falsas expectativas

Monterrey /

Pronosticar el futuro con estadísticas financieras es la apuesta con mayores riesgos de equivocarse; así se ve con las estimaciones de las tasas de crecimiento para la economía mexicana, muy sometida a las fluctuaciones de la economía norteamericana y al modelo de libre mercado, más conocido como neoliberalismo.

El crecimiento de la inversión extranjera directa con la instalación de nuevas empresas en México como resultado directo del conflicto comercial entre USA y China desde el 2018, les agrega mayor incertidumbre a los cálculos del crecimiento económico para México. Los más entusiastas siguen diciendo que habrá un boom de inversiones y las nuevas empresas demandarán más espacios en los parques industriales y la economía mexicana crecerá como nunca.

Sin embargo, las estadísticas en inversión extranjera directa publicadas por la Secretaría de Economía desmienten esos pronósticos. El ejemplo más alardeado por propios y extraños es la planta de Tesla que se instalaría en Santa Catarina, Nuevo León, con una inversión inicial de 5 mil millones de dólares, y final hasta por 10 mil millones. Se estimó que la planta laboral alcanzaría una cifra equivalente al monto de la inversión pronosticada, más los empleos indirectos implicados.

En esos cálculos tan llenos de esperanzas para una economía en crecimiento, se creía que en los próximos cinco años “[…] las exportaciones adicionales de México a Estados Unidos podrían alcanzar 247 mil millones de dólares adicionales en el escenario más optimista, lo que significa sumar en promedio casi 50 mil millones de dólares adicionales por año” (“El Financiero”).

Sin embargo, no todo fue “miel sobre hojuelas” al suspenderse la construcción de Tesla en Santa Catarina; decisión tomada por Elon Musk después de evaluar la competencia con la industria automotriz china y el eventual nacionalismo de Donald Trump, que se pronostica introducirá aranceles a las importaciones de autos provenientes de México. Todas esas estadísticas de buen augurio se desvanecieron. Alardeamos tanto políticos, periodistas y académicos sobre este cambio radical para la economía mexicana con el nearshoring.

Muchas de las reformas al modelo de crecimiento económico que modificarán el libre mercado y mandarán al neoliberalismo “al archivo de la historia”, tal como la desaparición de los organismos autónomos, la creciente participación de la Armada y Marina en la administración de todo tipo de instituciones y empresas, junto con la reforma al Poder Judicial, están generando mucha incertidumbre entre los inversionistas extranjeros y empresarios mexicanos.

Esta suerte de modificación a las leyes y las reglas de convivencia entre el sector público y privado que predominó durante toda la industrialización por sustitución de importaciones entrará en contradicción con el nearshoring, cuyo fundamento es el libre mercado y propiciará obstáculos para incrementar la inversión extranjera directa y se expresará como una suerte de “Perogrullo” para los líderes que dirigen a este país.

En palabras más llanas, para hacer crecer la economía mediante inversión extranjera directa tendrán que dejar hacer y dejar pasar a los inversionistas del nearshoring y así evitar las falsas expectativas de crecimiento con el modelo keynesiano, mitad Estado y mitad mercado. Sin que el modelo keynesiano fuese tan malo como lo indicaran los neoclásicos, Keynes sugirió la participación del Estado en la economía en el corto plazo para reactivar el empleo y no de manera permanente como se sugiere actualmente, cuyos ingresos (se afirma insistentemente) tengan como destino eliminar la pobreza extrema de México.

Por Salvador Corrales C.

Economista e investigador nacional

*Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien escribe. No representa un posicionamiento de El Colegio de la Frontera Norte


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