Mecanismos de paz

No somos ajenos a los problemas que guarda nuestro estado como todo el país, el incremento de la violencia tanto al interior de los hogares como en nuestra sociedad, nos obliga a cuestionarnos si verdaderamente existe una cultura de paz. Es importante que desde las casas y las escuelas se fomente la no violencia inculcando principios y valores, porque su búsqueda conlleva a generar bienestar personal, así como estabilidad emocional. Al orientar acciones hacia actitudes de paz, se mejorará implícitamente la convivencia humana. Para lograr ese cambio, uno de los caminos a seguir es la educación en derechos humanos: tanto padres como docentes, en complicidad, deben fomentar en las niñas y los niños el conocimiento y reconocimiento a la dignidad humana.
La violencia es el camino a la autodestrucción. Estamos sumergidos en una situación tan compleja y alejada de todo valor que, desde luego, acarrea un sinfín de consecuencias. Tenemos que buscar estrategias para la solución de los conflictos, principalmente en nuestras casas porque son reflejados en las aulas, donde se forman a las personas; ahí, existen esquemas, sensaciones, juegos de rol, luchas de poder, liderazgos, habilidades, frustraciones... Por tanto, docentes, padres y tutores deben innovar día a día mecanismos de formación individualizados, para lograr ciudadanos que estén a la altura de las necesidades, no sólo de ellos mismos, sino de todos los que en conjunto forman sociedades. Por lo que se requiere intención y perspectiva, adecuación a las prioridades del menor, en íntima relación con nuestra capacidad de respuesta; no sin olvidar los recursos existentes y anteponiendo siempre el interés superior del mismo. Conozcamos y hagamos valer las disposiciones internacionales en la protección y defensa de los derechos humanos, la Convención sobre los Derechos de los Niños y la Declaración sobre una Cultura de Paz, emitida por la Organización de las Naciones Unidas en 1999. Estamos conscientes de que los docentes del sistema educativo están comprometidos en este tema y que, a 21 años de existencia de este organismo, día a día permeamos en todos ellos una visión humanista que poco a poco debe cambiar esquemas en sus vidas.m