Ante el aumento de los contagios de Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) tenemos que hacer una profunda reflexión acerca de las causas que dan origen a la negativa situación. Como muchos otros problemas de nuestro país, la culpa no es del gobierno solamente, sino de gente como tal, así que hay que decir las cosas claramente para intentar solucionar el problema.
Según el Censida, de 2010 a 2018, el número de nuevas infecciones creció un 284 por ciento, entre los sujetos de 15 y 35 años de edad, lo cual nos lleva a varias conclusiones.
En primer lugar el problema no es de información ni de accesibilidad a los preservativos, ahora hay muchas campañas que explican la forma de protegerse y los condones son regalados en muchos lugares, a diferencia de los que sucedía hace años: había que acudir a una farmacia ubicada, en un lugar no tan público, y pedir el preservativo con un tono de vergüenza, ante la mirada extraña de quien despachaba.
También hay que decir el temor social que inspiraba el Virus de Inmunodeficiencia Humana, lo cual llegó a crear leyendas urbanas y hasta problemas psiquiátricos en muchos individuos. Más allá de eso, el meollo del asunto es la falta de responsabilidad de los jóvenes, quienes, en una parte, asumen muchas prerrogativas, pero sin asumir obligaciones o enfrentarse a una sanción, situación que va en contra de una lógica jurídica. Tenemos el caso de algunos estudiantes que hablan de un derecho a drogarse. Lo peor es que una parte de la sociedad aplaude esos actos, como si fuera un triunfo de la libertad.
También tenemos el caso de los embarazos adolescentes, rubro en el que también México es primer lugar, los cuales son ocasionados por la irresponsabilidad, no de una sola persona, sino de dos: mujer y un varón.
En el caso del virus mencionado no hay pretexto, no compete al gobierno o al gobernante exclusivamente, simplemente es culpa de algunos individuos que actúan sin pensar en las consecuencias.
¿Cómo podemos esperar que haya buenos ciudadanos? Si no hay sanciones o llamados de atención a los sujetos más jóvenes, las cuales deben ir en la medida de la edad y la falta cometida, sin que se cometa abuso alguno. El aumento en infectados de Virus de la Inmunodeficiencia Humana, el primer lugar de embarazos no deseados, y el último lugar en educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entre otras cosas, son consecuencias de la irresponsabilidad de las personas y la pasividad que tiene la sociedad ante ello, lo cual es muy lamentable.
Por último, creo que es hora de dejar de solapar las conductas negativas y dejarse de discursos que dicen cuidar, cuando en realidad han fomentado la irresponsabilidad, para desgracia de todos.
VICENTE L. AVENDAÑO F.