Otra vez más, tal parece, se pretende afectar y descalificar a las organizaciones no gubernamentales.
La recién iniciativa presentada por el gobierno federal pone en riesgo los ingresos de las organizaciones de la sociedad civil y eventualmente su sostenibilidad. Esta medida busca modificar el tope de deducibilidad de impuestos a través de las donaciones que hacen personas físicas, lo que sin duda va a provocar un desincentivo a las donaciones.
La justificación de esta medida es endeble, porque las ONG’s actualmente ya se someten a una regulación, ya se informa al SAT sobre todos los ingresos que se reciben.
Además, erróneamente se cree que los gobiernos exteriores que otorgan donativos a ONG’s busquen con esto intervenir en la agenda política y electoral del país.
De aprobarse esta modificación al Art. 151 de la ley del ISR, se podrían dejar de recibir más de $8 mil millones de pesos, que van principalmente a donatarias de tipo asistencial, educativas y culturales, que hacen mucho del trabajo que en estricto sentido le corresponde al Estado atender, y que son innumerables las personas que son atendidas y beneficiadas por estas organizaciones, que además operan con pocos recursos, atienden públicamente, sin fines de lucro y mucho de su trabajo es por voluntariado.
Grupos vulnerables, mujeres, niños, adultos mayores, personas con discapacidad, migrantes, etc. son atendidos a través de estas organizaciones y debe procurarse que sigan fortaleciéndose, incentivar a quienes las apoyan, que en muchas ocasiones ni siquiera solicitan su recibo como donativo, lo hacen por ayudar.
Limitar los donativos deducibles, es incentivar a que haya menos participación del donatario.
Las instituciones sin fines de lucro, representan el 1.4% del PIB y generan más de 1.1 millones de empleos, y un retroceso como lo es esta iniciativa solo logrará que las organizaciones sociales funcionen en la informalidad fiscal.
Las organizaciones son espacios donde los ciudadanos pueden participar y organizarse, para beneficiar a su comunidad que tanto lo necesita. No debe entonces verse amenazada su supervivencia.
Esto, no es un mecanismo de transparencia y rendición de cuentas para las ONG’s, como se ha dicho (ya existen esas medidas), más bien parece un mecanismo para controlar y presionar.