Era lunes por la mañana en el edificio del H. Congreso de Nuevo León (aunque la “H” bien podría quitarse de la fachada, porque de honorable poco quedó en estos tres años).
Poco antes de las 10:00 comenzaron a llegar asesores, asistentes y personal administrativo y los diputados para un día de mucha actividad, pero con un objetivo claro: nombrar un fiscal.
Ya a las 10:05 inició la sesión, y al mirar el tablero de nuevo faltaban los naranjas, como desde febrero ha ocurrido.
La diputada Anylú Hernández, coordinadora de Morena, entró a la sala buscando frenar el proceso para que se viera el tema la próxima semana.
La confrontó la panista Itzel Castillo, quien le dijo algunas cosas, entre ellas que había que asistir a trabajar más seguido, ya que al igual que los de Movimiento Naranja, solo se paseaba por las oficinas, pero no entraba a las sesiones desde hace meses.
Pasaron los minutos y al mediodía por las puertas del salón de plenos aparecieron los cuatro aspirantes a fiscal para contar por qué querían el nombramiento.
El primero fue Alberto Barrera, quien a juicio de algunos presentes en el recinto, se “autosaboteó” al decir que tuvo relación con partidos políticos desde tiempos de Fernando Canales e incluso trabajó con el actual secretario General de Gobierno hace algunos años.
Después tocó el turno a Genaro García, quien en su discurso reconoció su relación con Adrián de la Garza, pero agregó que cree en la autonomía de la institución. Siguió en el orden del día Guadalupe Saldaña, quien solo leyó su texto compuesto por argumentos y presentó un plan de trabajo, aun sabiendo que no lo necesitaba.
Al último llegó Pedro Arce, el elegido finalmente por los asistentes a la sesión.
A las 13:30, el Pleno le tomó protesta.
La peor legislatura de que se tenga memoria comenzó así una semana muy intensa, porque entre otras cosas buscará el viernes proceder contra Samuel García con el más reciente juicio político.
El sábado 31 de agosto a las 10:00, los diputados pretenden terminar el periodo extraordinario de sesiones número 14, que se tambalea ante la Corte justo por el tema del fiscal.
Por las razones que sean, nadie puede negar que el resultado de esta Legislatura es muy malo en casi todo, incluso por si fuera poco, ayer se supo que la emecista Rosaura Guerra le ganó un juicio al Congreso, y tendrán que pagarle un millón de pesos porque durante casi un año que no se le permitió legislar, no percibió ingresos.
Que les vaya bien.