Ahora sí “el diablo no metió la cola” para impedir que llegaran los acuerdos entre las fuerzas políticas de Nuevo León.
Me disculpo previamente por lo coloquial de la frase empleada al principio de este texto, pero pocas expresiones simples lo explicarían mejor lo ocurrido en las últimas horas de ayer, tras dos años y cuatro meses de desencuentros.
Lo que inició por el problema del relevo en la Fiscalía hace dos años, terminó con la aprobación del nuevo fiscal, Javier Flores, como ayer le adelantamos, y sería por consenso, pero además, con el “reparto” de posiciones en este organismo.
En el camino quedaron juicios políticos, denuncias al por mayor, retención de recursos, reformas bloqueadas, agandalle de dependencias, entre otros capítulos nada honrosos para la clase política actual.
Pero otra frase dice que “el diablo está en los detalles” y sin duda aplica porque el Presupuesto aprobado tiene claroscuros, aunque se aprobó por unanimidad.
Claro que contempla un aumento en los recursos destinados a organismos autónomos y Poderes, pero será con un endeudamiento por 8 mil millones de pesos a 25 años.
También se prevé la adquisición de 2 mil 500 nuevas unidades de transporte bajo un esquema de arrendamiento por 84 meses. A ver si ahora sí se resuelve un poco esa deuda de buen servicio que se tiene con el usuario, ese ciudadano maltratado a diario en los camiones.
El Presupuesto también contempla la obligación de que el Estado liquide los mil 757 millones de pesos a los 28 municipios en 50 por ciento esta semana y el resto en los meses de abril, mayo y junio.
Por encimita suena bien, pero con esto los diputados confirman que el fondo de 2 mil 500 millones de pesos, que crearon hace dos años, quedó sepultado.
Seguro que no serán suficientes los recursos para los alcaldes y alcaldesas, porque también todas las reformas en materia de incremento en participaciones que habían impulsado se echaron a la basura.
Falta ver si los presidentes municipales no comienzan a usar esto como un pretexto para no corregir el pésimo estado de las calles y avenidas, los parques o el alumbrado.
Si más vale un mal arreglo que un buen pleito, lo acordado es ganancia.
Ahora sí, mañana a recibir a la Presidenta de México con la tarea hecha, reunirse y llegar a acuerdos.
Borrón y cuenta nueva, quién sabe; falta mucho para las campañas y las elecciones.