Que Claudia Sheinbaum ganara la nominación para ser candidata de Morena requería acentuar la versión más Obradorista de ella: una versión que se congraciara con el votante duro de Morena y le diera legitimidad como sucesora.
Hoy la batalla ha cambiado y con ello presenciaremos en tiempo real y a todo color, lo que llamo la “des-obradorización” de Claudia. Es decir, la permisividad para que Claudia pueda acentuar la versión de sí misma que es distinta de Obrador y que es la que más apela al electorado apartidista.
Hacerlo es crítico porque Claudia es una candidata mucho más débil que Obrador. El dato más evidente de ello son las estadísticas de “nunca votaría” [1]. En México, solo el 9% del electorado nunca votaría por Morena. En cambio, el 40% nunca lo haría por Claudia. La diferencia es abismal y evidencia el largo camino que le queda a Claudia.
El camino no es fácil. Hay sectores poderosos que tienen un rencor irreconciliable hacia Morena y que enfatizarán hasta el cansancio que Claudia es Obrador. Lograr una efectiva des-obradorización de Claudia requerirá más que simples discursos y deberá ser visible en al menos tres aspectos.
El primero es el equipo. Claudia debe rechazar tajantemente la consigna del Obradorismo de que los servidores públicos deben ser 99% honestos y 1% capaces. Su equipo, no solo debe ser talentoso, sino plural, gente con probada capacidad de crítica.
A diferencia de Obrador, Claudia sí ha mostrado capacidad para reclutar talento y permitir que éste se desarrolle con soltura. Tal es el caso de Omar García Harfuch, que tuvo a su cargo una policía civil que logró reducir la tasa de victimización del delito en 28% y el homicidio en 60% [2]. De Andrés Lajous, que logró mejorar en 7 puntos porcentuales la satisfacción con el transporte público [3]. O de la Agencia Digital de Innovación, con José Merino, donde se convirtió a la CdMx en la ciudad más conectada al internet público del mundo [4].
Un segundo aspecto es el manejo del agravio. Claudia deberá dejar atrás los agravios irracionales que López Obrador tiene hacia el empresariado, la academia, la cultura no popular, los medios y acercarse a ellos. Deberá mostrar, no solo una mejor capacidad para enfriarse la cabeza, sino una verdadera voluntad de incluirlos.
Sin duda, Claudia tiene menos tripa y es más pragmática. Sin embargo, corre el riesgo de que, al estar rodeada de muchos Obradoristas duros, pierda la capacidad de dimensionar las susceptibilidades de quienes no lo son. El reto es comprender que, lo que el electorado actual le perdona a Obrador, probablemente no sea perdonable para Claudia. Imitar al presidente puede resultar contraproducente.
Finalmente, un último aspecto son los temas que enfatice. Claudia no debe ocultar sus diferencias con Obrador, sino abrazarlas con respeto. Por ejemplo, se debe evidenciar que Claudia ha promovido el uso de energía renovable en CdMx, fijado objetivos para llegar a emisiones cero y convertido a la capital en un líder regional del tema [5]. Durante la pandemia, a diferencia de López Obrador, Claudia sí utilizó cubrebocas y promovió su uso. Además, durante su mandato no ha cancelado obras de gobiernos anteriores sino dado continuidad.
Además, habrá que crear una agenda clara y fuerte en los aspectos en los que más ha cojeado el Obradorismo: una política industrial que arrope empresas chicas y medianas, un plan para el desarrollo económico en respuesta al nearshoring, eliminación de monopolios, oligopolios y poder de mercado, inversión sin precedentes en salud pública y en energías renovables.
No cabe duda de que Claudia versión 2.0 continuará abanderando las consignas básicas del Obradorismo. Estas son: los programas sociales, la lucha contra la pobreza, y la búsqueda de inversiones que ayuden al trabajador. Sin embargo, al no tener la misma fortaleza que López Obrador, si la candidata desea obtener una victoria con un margen suficiente para promover la gobernabilidad en el Congreso, tendrá que tender puentes con el electorado apartidista que se siente agraviado por algunas de las decisiones de López Obrador.
Fuente: [1] Encuesta Enkoll 31/08/23; [2] Observatorio Nacional Ciudadano (víctimas por cada 100 mil habitantes) 12/18- 06/23); [3] ENCIG 2019-2021; [4] Guiness World Records 09/11/2021; [5] Mexico Energy Partners. Renewable energy in Mexico City.