Alan Lomax

Ciudad de México /

Ni las amenazas de los dueños de las plantaciones en las que explotaban a los trabajadores afroamericanos o el hostigamiento de autoridades que se confabulaban con ellos impidieron que Alan Lomax registrara para la historia el rico acervo musical de la región del delta del Mississippi. Además de realizar grabaciones históricas, en La tierra que vio nacer el blues (Libros del Kultrum), un libro tan descarnado como aleccionador, narró en forma magistral las condiciones en las que se gestó esta música, además de incluir valiosos testimonios de sus protagonistas. 

Entrevistado por Lomax, el cantante y guitarrista Son House no entiende por qué quiere ocuparse de su música, a lo que el investigador responde: “La historia no está hecha sólo de reyes, presidentes y gente así; sabemos que la gente que siembra el maíz y recoge el algodón ha tenido un rol muy importante también. Mi trabajo consiste en ayudar a registrar la historia de su propio pueblo”. 

De acuerdo con el autor, “la experiencia de la clase obrera negra del Sur, creadora de blues en el periodo que sigue a la abolición de la esclavitud, fue (…) tanto o más amarga que la propia esclavitud”. En las más aberrantes condiciones de explotación, en el campo, las prisiones, los barcos de vapor o en la construcción de las vías férreas y los diques en el Mississippi, surgieron diversas formas de música que aliviaban el sufrimiento y que ahora podemos escuchar en las grabaciones del musicólogo. 

Lomax recuerda que cuando era muy joven tuvo una experiencia conmovedora en una prisión de Texas que ejemplifica el poder de estos cantos: “Estos prisioneros negros habían mirado a la muerte a la cara todos los días, sufrido una degradación mucho más dolorosa que la muerte, y aun así creaban canciones de un poder inigualable, para que sus corazones siguieran latiendo”. Como bien lo expresó el cantante y guitarrista Big Bill Broonzy: “El blues nació con la esclavitud, es algo que viene del corazón”.

Coda

Un trato inhumano

Big Bill Broonzy describe las palizas que sus compañeros de trabajo recibían muchas veces sin motivo: “Todos veíamos la gran figura negra encogida de miedo en el suelo y el hombre blanco de pie, por encima de él, pegándole igual que si fuera un perro que ha matado unas gallinas”.


  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.