El 23 de marzo de 2003 murió Juan José Calatayud, pianista y compositor de quien la cantante Verónica Ituarte aprendió “lo fácil que es hacer la música con pasión y con sonrisas, no importa que se te esté cayendo el mundo entero”. Aspirante a concertista, un accidente automovilístico en 1965 le impidió para siempre el uso de los pedales del piano, lo que limitó sus posibilidades en la música de concierto. Cuando en silla de ruedas volvió a sentarse ante el instrumento tuvo conciencia de todo lo que ya no podría tocar, pero como había empezado a hacer jazz desde año y medio antes, decidió seguir por este camino para convertirse en uno de los grandes difusores de este género. Gracias a su entrega, muchas generaciones conocimos este género a través de sus discos y conciertos en bares, teatros, escuelas, foros culturales, programas de radio o televisión.
En una de nuestras entrevistas, Calatayud mencionaba que no importaba donde tocara mientras le permitieran hacer la música que amaba. “El jazz me da la satisfacción de crear en el momento en que estoy tocando, ya sea en un teatro, en un bar, en un restaurante o en una fiesta particular. Toco el jazz hasta donde puedo, pues en algunos lugares hay que satisfacer al público, así que mezclo un poco de jazz con mi repertorio de música mexicana, boleros, bossa nova y tangos. Creo que esta frase es mía: para poder tocar jazz y vivir de él es necesario saber interpretar de todo”.
El pianista encontraba la manera de introducir el jazz en la música que el público le solicitaba, pues como explicaba: “básicamente el jazz no es más que la manera de usar ciertos acordes para acompañar una melodía y las improvisaciones que resultan de estos acordes. Entonces se puede hacer jazz con cualquier tipo de música. Por ejemplo, la bossa nova, nacida de hacer armonizaciones jazzísticas a la samba brasileña, fue una de las primeras fusiones. En adelante, el jazz se ha fusionado con otros tipos de música”.
En ocasión de cumplir 40 años como jazzista, Calatayud se mostraba complacido con sus logros. Así lo expresó en una charla en 2002. “Creo que en esta época lo más preciado es estar vivo –decía entre risas sin saber que partiría el año siguiente–. La verdad es que todo lo que he construido, todo lo que he hecho ha sido dentro de la música. Afortunadamente no he tenido que recurrir a otros trabajos. Como abarqué la música popular, el jazz, el clásico, la docencia, mi gran satisfacción es que sí he vivido de la música”.
Coda
Un pianista que formaba cantantes
Calatayud, quien formó cantantes como Verónica Ituarte, Margie y Mili Bermejo y Patricia Carrión, recordaba la manera en la que aquilataba sus cualidades. “Por ejemplo, Patricia Carrión fue al bar en el que yo trabajaba en Cuernavaca y me preguntó si podía cantar conmigo, a lo que yo concedí, y después trabajamos juntos. Con una canción me doy cuenta de por dónde va el asunto”.