Si un elemento contribuyó a amalgamar la mancuerna John Belushi-Dan Aykroyd fue la música. En un encuentro en el club clandestino de Aykroyd en Toronto, éste despertó el interés de Belushi por el blues luego de hacerle escuchar discos de sus músicos favoritos. Ya que uno cantaba y el otro tocaba la armónica, Belushi sugirió formar una banda. De acuerdo con Daniel De Visé, “Dan respondió que tenía una idea en mente: crear un dúo de R&B inspirado en Sam and Dave, pero más blanco y gamberro, cuyos miembros fueran un par de clásicos personajes reincidentes americanos”. El nombre, dice el autor del libro The Blues Brothers: granujas a todo ritmo (Libros del Kultrum, 2024), fue sugerido por el músico Howard Shore. Sin saberlo, había bautizado a un icono cultural.
Lo que comenzó en 1974 como un número musical en el programa de televisión Saturday Night Live culminó en The Blues Brothers, cinta delirante dirigida por John Landis y estrenada en 1980. Si ahora es una película de culto, en su tiempo tuvo que pasar por muchas peripecias para materializarse, ante el escepticismo de los productores, el alto costo de la producción y problemas por el excesivo consumo de drogas y alcohol, no sólo por parte de Belushi, sino también de otros participantes en la película, groupies y fans que lograban colarse a la filmación. Todo esto es detallado paso por paso por De Visé, desde el inicio de las carreras de ambos actores y su encuentro hasta el impacto que la cinta tiene en hasta nuestros días.
Belushi y Aykroyd dieron vida a una película sumamente divertida que incluyó a grandes músicos de blues y soul, tratados con respeto y no como segundones de los comediantes. De acuerdo con De Visé, la película “se ha ganado la inmortalidad. Hoy es un artefacto de valor incalculable en la música estadunidense”, además de afirmar que se erigió “quizá como el mejor escaparate cinematográfico de cinco de los mayores artistas musicales del siglo”. Y se refiere a James Brown, Ray Charles, Aretha Franklin, Cab Calloway y John Lee Hooker.
FICHA
Loas por parte de la iglesia católica
Cuando The Blues Brothers cumplió 25 años, fue reconocida como una película “clásica católica”, al lado de Los diez mandamientos y ¡Qué bello es vivir!, lo que hace exclamar a De Visé: “Una misión del Altísimo, como Dios manda”.