Tony Pagliuca en México

Ciudad de México /

Figura fundamental del rock progresivo internacional como integrante del grupo Le Orme, el pianista y tecladista Tony Pagliuca se presentará los días 26 y 27 de julio en el Foro Cultural Coyoacanense Hugo Argüelles de Ciudad de México y, el 31 de julio, en el Teatro del IMSS de Guadalajara. En concierto íntimo, acompañado por su esposa Tatiana, también pianista, interpretará música de una de las bandas más propositivas del progresivo italiano, así como fragmentos de su carrera solista, en los que tiene un peso importante la música sacra.

Pagliuca afirma que tuvo la suerte de vivir “en una esfera mágica” desde que decidió ser músico a principios de los 60, cuando formó el grupo Ciao Amici, para años más tarde participar en Gli Hopopi e I Delfini. En 1968, a los 18 años, ingresó a Le Orme, banda en la que participó en discos seminales del rock progresivo, como Felona e Sorona, álbum conceptual que tuvo una versión en inglés editada en el sello Charisma, lo que le dio exposición internacional al trío. “Hicimos la revolución a través de la música”, dice el tecladista a quien sorprendió el gran éxito que Le Orme tuvo fuera de Italia. “Viví la experiencia de un grupo en el que todo era posible: fue una unión de fuerza, energía y yo entregué mis ideas en instrumentos como el órgano Hammond, el minimoog, el liricón y otros. El resultado final tuvo que ver con la colaboración de los tres músicos”. 

Aunque hizo experimentos con otras bandas luego de Le Orme, Pagliuca decidió seguir una carrera solista en la que la música sacra cumple una función importante. “Esto me ha permitido encontrarme a mí mismo y proyectar mi ser creativo. Mi intención es que esta música sacra tenga un sentido espiritual y que sea captado por el público. Por otra parte, reelaborar el repertorio de Le Orme para este concierto fue una tarea titánica, pues implicó recordar todos estos fragmentos de hace 50 años y adaptarlos a dos pianos, así como dar el espacio para que Tatiana haga sus aportaciones. Fue un ejercicio de amor y, sobre todo, un reto desde el punto de vista de la memoria”. _

FICHA

Todo comenzó con un acordeón

El adolescente que empezó en la música tocando el acordeón, explica que eso significó “un desastre por las dificultades técnicas que presenta el instrumento para la mano izquierda. Pero en cuanto a la expresividad, el acordeón me permitió explorar sonidos que son muy cálidos y personales”.


  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras
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