Verónica Ituarte: el jazz y una sonrisa

Ciudad de México /
Verónica Ituarte

La conocí en 1992 en un bar del Hotel Presidente Chapultepec, donde cantaba de forma maravillosa acompañada por un trío. Al concluir su actuación le hice una entrevista que, una vez publicada, iniciaba con un párrafo que me remota a esos días en los que me iniciaba en el periodismo de música: “El jazz y una sonrisa generosa han acompañado a Verónica Ituarte a lo largo de su vida.” Y siguió siendo así en los años siguientes, en los que de vez en cuando trabábamos contacto cada vez que publicaba algún disco. 

Verónica falleció hace unos días y la noticia me tomó por sorpresa, pues aunque no convivimos mucho, nuestros encuentros eran siempre gratos, con charlas amenas, amigables, plagadas de buen humor.

En aquella entrevista recordaba la importancia de Juan José Calatayud en su formación: “No sabía improvisar mucho cuando empecé a cantar con él, estaba en la etapa de averiguar qué demonios es la improvisación; entonces tuve la oportunidad de sentarme con alguien que sabe cómo hacerlo”.

La cantante aseguró que el jazz le brindaba una enorme dosis de libertad: “Cuando viene un solo me pongo a pensar en cómo construirlo, en que hay una responsabilidad de hacerlo bien y con intención. Es cosa de buscarte a ti misma y expresarte plenamente a través de la improvisación. Cuando no tienes nada qué decir la improvisación es difícil, no puedes inventar, tienes que sentirla. Es muy gratificante cuando sientes que por ti va fluyendo algo, que con tu canto estás diciendo algo”. 

Pienso en su disco Alucinaciones, sobre el que escribí: “Las exploraciones de sus cualidades vocales y anímicas brillan más que nunca”. Al respecto, Vero afirmó algo que sigue siendo válido para todo trabajado creativo: “A veces pienso que el estar seguro o establecido en algo es muy peligroso. El estar cambiando y arriesgándote, incluso a costa de perder algo, es importante. Creo que los grandes innovadores no le tenían miedo a eso. Encontraban algo que podía ser funcional para todo y en ese momento volvían a romper para encontrar otra cosa”.

CODA

Un don impresionante para la improvisación

Juan José Calatayud, con quien Verónica Ituarte grabó el disco JAZZentiste, afirmó en 2001: “su capacidad de improvisar es impresionante, tiene el don que se necesita para hacer una versión propia de lo que interpreta. Me gusta su facilidad de usar el lenguaje jazzístico, que no es fácil, no solo para los cantantes sino para los músicos en general”.


  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras
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