En 1984 Norbert Elias publicó su libro Sobre el Tiempo. Ahí formula una pregunta central: ¿Existe el tiempo? ¿Cómo puede existir algo que no podemos sentir, escuchar, gustar u olfatear? Nos dice entonces, que el tiempo existe como un fenómeno que depende de las organizaciones sociales porque mide y organiza algo, por ejemplo: una jornada de trabajo o el tiempo que un corredor tarda en recorrer 100 metros.
Pero, ¿para las instituciones como el IMSS, qué significa el paso del tiempo? La respuesta es muy sencilla: retos.
Con el paso del tiempo la infraestructura del Instituto —las construcciones, los edificios administrativos, las Unidades de Medicina Familiar y los hospitales— pueden ver al tiempo como un factor que ante sus efectos exige acciones de conservación y mantenimiento.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado que invertir en nuevos proyectos de infraestructura es muy importante pero invertir en conservación y mantenimiento fortalece lo ya construido y mejora considerablemente los servicios; por eso puso en marcha un gran plan de mantenimiento y conservación en caminos, puentes, carreteras, aeropuertos, hospitales y escuelas.
Siguiendo esa lógica, en el Seguro Social nos propusimos reforzar y dignificar cada unidad. El IMSS en su Régimen Ordinario tiene más de 250 hospitales y más de 1,250 Unidades Médicas Familiares. Pero los datos pueden ser muy engañosos: no es lo mismo tener ese número de unidades operando al 100 por ciento que tenerlas operando al 60 o 70 por ciento de su capacidad. Solo para dar un ejemplo: en el Instituto se decía que contábamos con más de mil quirófanos, pero se omitía decir que 803 operaban con una capacidad reducida, con equipo obsoleto o que no habían recibido el mantenimiento necesario; no tenían aire acondicionado o adecuaciones para que cumplieran con los requerimientos de Cofepris.
Por eso, a mi llegada al Instituto en 2019, establecimos una serie de metas, una de ellas fue incrementar la inversión para el mantenimiento y conservación de unidades y equipos. Así fue que el Programa Anual de Operación (PAO) en conservación, creció en 210 por ciento entre 2019 y 2024 al pasar de 6 mil millones de pesos (mdp) a más de 19 mil 108 mdp.
En el mismo periodo de tiempo se invirtieron más de 61 mil 021 mdp en acciones de conservación para equipo médico y electromecánico en unidades médicas y hospitales, mientras que en el sexenio pasado solo se invirtieron 33 mil 663 mdp, prácticamente la mitad.
Adicionalmente se invirtió en espacios que nosotros llamamos “no inaugurables”: baños, casas de máquina, áreas de patología, comedores y cocinas, realizamos impermeabilizaciones de techos; es decir, invertimos en lugares que pocas veces son visibles para el derechohabiente pero son indispensables para la buena operación de las unidades, en este rubro fueron más de 12 mil mdp. En todo el sexenio anterior únicamente se destinaron 710 mdp.
¿Cómo sabemos que esto era lo necesario y lo correcto? Porque en 2023 logramos romper récord histórico en número de consultas y cirugías. Y porque estamos convencidos en la ética del gasto vinculada con la dignidad y seguridad de los derechohabientes y del personal de salud.
Hoy sabemos que, si invertimos bien, el tiempo no pasará en las unidades del instituto y haremos que todo en el IMSS sea Bienestar.
Mientras escribo: Esta semana estaré acompañando a la presidenta electa, la Dra. Claudia Sheinbaum, en los encuentros que tendrá con los gobernadores del país. Se revisarán proyectos prioritarios y estratégicos para consolidar el Segundo Piso de la Cuarta Transformación. Ayer comenzamos con los gobernadores de la Región Noroeste.