Hoy le damos un descanso a las acciones del IMSS en esta columna para abordar otro tema: desde el pasado 15 de agosto México tiene presidenta electa.
Ese día hubo dos mensajes. Uno en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y otro en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México. En el primero habló la jefa de Estado, en el segundo, la lideresa política.
En el primer mensaje, habló de un México libre, de bienestar, de derechos, en paz, fraterno, independiente, soberano, democrático y señaló: “Contrario a quienes piensan que la libertad sólo está en el mercado, pienso que la libertad por la que votaron la mayoría de las y los mexicanos es la que puede ejercerse a plenitud en un régimen democrático y basado en los derechos de las personas.
“No hay libertad plena cuando no hay bienestar y derechos; es decir, es falsa la libertad del que debe cruzar kilómetros para migrar por pobreza; también es falsa la libertad del poder de compra con un salario de hambre, o la libertad de acabar con el planeta.
“Esa es una falsa libertad.
“La libertad puede ejercerse a plenitud en un régimen democrático y donde las y los mexicanos puedan vivir con bienestar y con derechos”.
En el segundo mensaje, como la siguiente líder del movimiento de transformación que inició el presidente López Obrador, dejó claro el mandato por el que fue electa: consolidar la cuarta transformación y reivindicar el papel de las mujeres en la historia nacional. La doctora Claudia Sheinbaum planteó continuar con esa ruta, consolidarla, gobernar para todos, pero principalmente para todas.
El mandato de la presidenta electa tiene algunos elementos destacados. A partir del 1 de octubre se sumará al grupo de 26 mujeres que gobiernan sus países. Sin contar a la India, una República Democrática Parlamentaria en donde su presidenta, Draupadi Murmu, fue electa por un colegio electoral integrado por miembros de la Cámara Baja y de la Cámara Alta; Claudia Sheinbaum es la mujer que gobernará al mayor número de personas en todo el planeta. Pero, además, será la mandataria con el porcentaje más alto de votación: 59.7%, y la diferencia más grande con el segundo lugar: 32.3%.
En efecto, no llega sola, son muchas y muchos los que creemos en ella.
En 41 días se cierra un gran ciclo con el presidente López Obrador. Comienza un nuevo momento en el que ya están sentadas las bases de una nueva Nación. El futuro es promisorio, vamos a construir el porvenir de nuestra patria y lo haremos liderados por una mujer.