La Ciudad de México se inundó de cocaína. En el último año y medio, las autoridades hallaron más droga de este tipo en las calles capitalinas, que en todo el sexenio de Miguel Ángel Mancera. En tanto, el mercado del perico vive un boom en antros y bares de la ciudad. Además, se entrega a domicilio en fiestas y reuniones, mediante un simple WhatsApp, las 24 horas de los siete días de la semana.
De enero de 2021 a la fecha, al menos 3 mil 494 kilogramos de cocaína han sido asegurados en la Ciudad de México por autoridades capitalinas, apoyadas por fuerzas federales, de acuerdo con los informes de evaluación de la incidencia delictiva del gabinete de seguridad local.
El valor comercial de esta cantidad de cocaína en nuestro país es de cerca de 76 millones de dólares, es decir, más de mil 500 millones de pesos, de acuerdo con el tabulador de la Secretaría de la Defensa Nacional, el cual señala que el kilo de esta droga se vende en 22 mil dólares en territorio nacional.
El mayor golpe se dio el martes pasado, con el aseguramiento de cerca de mil 600 kilogramos de cocaína – el más grande en la capital hasta el momento– en la alcaldía Gustavo A. Madero. La droga era transportada en compartimientos ocultos de dos tractocamiones.
Le sigue el decomiso de 800 kilogramos de cocaína en la alcaldía Tlalpan el cuatro de febrero de 2021 y el de 300 kilos efectuado el ocho de junio de este año en 10 inmuebles de las alcaldías Tlalpan, Coyoacán, Xochimilco y Gustavo A. Madero.
La cocaína que llega a la capital del país generalmente proviene de Sudamérica, desembarca en las costas de Chiapas, Oaxaca o Guerrero, y posteriormente es trasladada a la Ciudad de México, según los trabajos de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Esa ruta fue utilizada por Hilda Remedios 'N', colaboradora de Don Agus, Matías Álvarez Delgado, El Viejón, del Cártel de Sinaloa, así como Gilberto Pérez Camacho, El Mex, enlace de este grupo de la delincuencia organizada en la Ciudad de México, quienes fueron detenidos en el último año y medio.
Consultado por MILENIO sobre el tema, David Saucedo, especialista en Seguridad Pública, expuso que la Ciudad de México está pasando de ser un sitio de almacenamiento y tránsito de cocaína, a un lugar de comercialización.
“La Ciudad de México desde hace tiempo se convirtió al igual que varias zonas metropolitanas del país, Monterrey Guadalajara, León, las grandes zonas metropolitanas del país, en centros de venta de drogas al menudeo.
“Lo dijo el propio secretario Omar García Harfuch el día de ayer, señalando que una parte de la droga (asegurada) estaba destinada para el mercado interno y otra parte para la venta de drogas en los Estados Unidos”, destacó.
El especialista consideró que, en los próximos días, habrá una reacción por parte del Cártel de Sinaloa, debido a que perdió más de mil 600 kilos de cocaína, valuada en más de 400 millones de pesos.
“Porque lo que hizo el secretario García Harfuch fue quemar una ruta. Lo que tenemos aquí con el decomiso, en esa zona, con contenedores camuflajeados de tráileres, eso se le llama ruta. Esa ruta ya se quemó, ya no se puede utilizar de nueva cuenta. ¿Por qué? Porque las autoridades van a estar al pendiente de esa zona geográfica y de este tipo de vehículos”, explicó.
Perico para todos
La Ciudad de México con más de 900 antros y bares (según la SEDECO) es un mercado muy atractivo para la venta de cocaína. Además, hay miles de puntos de venta de droga al menudeo, principalmente en las colonias Morelos y Peralvillo. Los “dealers” en tanto, hacen entregas las 24 horas de los siete días de la semana.
El perico está a disposición de cualquiera que salga de noche a establecimientos de colonias como Roma, Condesa, Juárez, Polanco, Del Carmen o Cuauhtémoc. Dentro de los sanitarios, generalmente hay una basta oferta. Incluso se puede pagar con tarjeta de crédito o débito, mediante lectores “clip” que ya cargan los narcomenudistas.
“Estos son los de la Unión Tepito, que te mandan los menús, y son 24/7, y aceptan tarjeta de crédito y todo el pedo. Con el Clip, ahí en el baño te la cobran luego con el clip. El menú te lo mandan ya cuando tienes su contacto, sino ellos ahí te dicen lo que tienen”, narró a MILENIO Sergio, mercadólogo de 35 años, quien consume cocaína normalmente los fines de semana.
Otros prefieren comprar con su dealer de confianza, quien llega a cualquier sitio con un mensaje de WhatsApp. A Sergio, por ejemplo, no le gusta mucho el perico que venden en los baños de los antros, por lo que normalmente contacta a su vendedor.
Sus precios son 650 pesos la de seis puntos, que es poco más de medio gramo, 850 la de ocho puntos, y mil pesos la especial de un gramo.
“Antes podías ir al baño en un antro o en un bar, y orinar a gusto, ahora siempre te están preguntando ¿Qué se te ofrece? Lo que venden en los bares de la Condesa es una mierda, es polvito, yo prefiero no metérmelo, la neta. Pero si llegas a un bar donde se vende, pues no te puedes meter el tuyo, te metes en pedos, se compra el de la casa.
“En los bares gay es más barato, y te venden por grapa, y es mejor, es mucho mejor. Yo tengo el mío (dealer), yo le digo malo, es un señor enorme, y pues él vende seguridad. En lugar de que llegue el Ibiza chocado, con el vato que da miedo, pues te manda a uno de sus trabajadores, llega y es un señor igual como cincuentón, llega en un Jetta, un Altima algo”, detalló.
Sergio narró a MILENIO que le da desconfianza el perico o la grapa que cueste menos de 500 pesos.
“Las buenas por lo general son arriba de los mil pesos, mil 200, lo más caro que yo he comprado es como de tres mil, y es demasiado fuerte. La grapa por lo general es la que te dan en los bares, que es como un cuarto de gramo, o te la dan en papelito.
“Si a mí me la dan en papelito yo no me la meto, y no me meto nada por debajo de 500 pesos, la neta. En los bares bugas es malísimo el perico, es talquito, te saca ronchas. Si te vas a meter mierda, métete buena mierda ¿no?”, explicó.
Sandra, publicista de 48 años, narró que a cualquier hora y en cualquier lugar, puede comprar cocaína en la Ciudad de México. También tiene una “dealer” de confianza, a quien llama o escribe cuando está enfiestada. Llega a dónde esté, que generalmente es en la Roma, Condesa o Polanco.
“Tú le hablas a esa persona, en este caso una chica, obviamente lo haces en la madrugada, cuando estás enfiestado, cuando quieres seguirla. Le hablas o le escribes y te la lleva donde estés.
“Te dice ya llegué, sales de ese lugar, te subes a su coche, trae un buen coche, una camioneta nueva. Entras a su coche, con las luces apagadas, al ser chica yo creo que se sospecha menos, te hace la entrega, le pago, y listo. Te bajas, regresas al antro y tan tan”, narró.
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