Julio César Mondragón Fontes, oriundo de Tenancingo, Estado de México, fue una de las víctimas de la masacre ocurrida durante la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero, donde las víctimas fueron estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. A 6 años aún no hay respuestas claras este caso que conmocionó a México.
Lenin Mondragón Fontes, hermano de la víctima, lamentó que a seis años de estos hechos aún no hay justicia por el asesinato de Julio y la desaparición de 43 estudiantes, tiempo que para su familia ha sido difícil enfrentar, ante una ola de irregularidades en el proceso de investigación.
- “Ha sido un proceso muy complicado con diferentes barreras, obstáculos, desde los tres niveles de gobierno, en este andar de la exigencia tanto de la verdad como la justicia”.
Evidentemente, dijo, hubo una participación del gobierno y el crimen organizado, pero hasta el momento aún no hay respuestas claras, tras la tortura y asesinato de su hermano, así como la desaparición forzada de los compañeros. “En el caso particular de mi hermano, pues la herida en el rostro es más que obvio, lo desollaron en vida y la muerte fue provocada por la brutal tortura”.
En la búsqueda de la verdad, familiares de las víctimas se han unido para exigir al gobierno el esclarecimiento total del caso, pero incluso se han topado con versiones sin sustento, versiones que incluso fueron descartadas por especialistas.
“De mi hermano trataron de deslindar responsabilidades, diciendo que la herida del rostro había sido provocada por la fauna nociva de la zona, de la región de Iguala, También trataron de criminalizar la muerte de mi hermano del por qué la tortura y hasta dijeron que estaba implicado en una banda criminal conocida como Los Rojos”.
San Miguel Tecomatlán.Un futuro deshecho.
Esto indignó a la familia, pues son originarios de San Miguel Tecomatlán, en Tenancingo, comunidad mexiquense que, dicen, es de valores y gente honesta y que uno de sus habitantes (Julio César) salió para buscar un futuro como docente.“La gente nos conoce que no andamos en malos pasos, que tenemos sueños por realizar y que de buenas a primeras dijeron que lo torturaron por un ajuste de cuentas”.
Las víctimas eran de nuevo ingreso
Recordó que la mayoría de las víctimas eran estudiantes de nuevo ingreso incluido su hermano, por lo que apenas comenzaba su aventura para cumplir sus metas, pero éstas fueron frustradas. “Mi hermano también era un estudiante de nuevo ingreso con anhelo de formar un destino de dar educación a los pueblos más rurales, más abandonados”.
A seis años también recuerda que su hermano pudo no haber estado en ese lugar y a esa hora de la masacre, ya que anteriormente había cursado en la normal de Tenería en Tenancingo, pero tras cuestionar al Comité de la escuela, fue dado de baja. Después intentó entrar a una rural de Michoacán, pero no tuvo éxito y finalmente, hizo lo propio en Ayotzinapa donde sí fue aceptado.
KVS