Pese a los operativos de alcoholímetro que se llevan a cabo a diario en Gómez Palacio y que aumentan en fin de semana, el número de detenidos se mantiene en un promedio de 20 personas.
La Dirección de Seguridad Pública Municipal asegura que los infractores muestran molestia por el alto costo de las multas e incluso afirman que no se aplican bien los protocolos.
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Las acciones encaminadas a disminuir los accidentes por beber alcohol se realizan en diversos sectores de la ciudad, principalmente en avenidas principales, donde te interceptan de manera aleatoria. Según estadísticas de Tránsito y resultados de cada fin de semana, se detectan de 15 a 20 conductores en estado de ebriedad.
Por versión de los conductores que dieron positivo al Tercer Grado, y se hacen acreedores a una multa inicial de 3,800.00 pesos para obtener su libertad (del que no otorgan comprobante de pago en módulos de Seguridad Pública). De 5 mil 060 a 5 mil 757 pesos por el resultado de alcoholemia, más el arrastre de grúa que son 2 mil 500, aparte de 80 pesos por cada día que el vehículo pase en el corralón.
Inconformidad por el pago de las grúas
El pago por la grúa es lo que más inconformidad crea, ya que consideran que es una cantidad no acordé al servicio por el traslado, pues no rebasa ni los cinco kilómetros a la redonda de dónde son interceptados.
Un sondeo realizado en las diferentes empresas de grúas de arrastre, establece que los costos oscilan entre 400 a 500 pesos y si pasa al estado de Coahuila se puede incrementar en 200 pesos. Si el servicio es contratado para trasladar un vehículo a la localidad de Tlahualilo, Durango, pagaría el cliente 2,500 pesos e incluso algunas empresas lo llevan hasta por 1, 500 pesos.
Éste tipo de variación en precios de arrastre, en comparación al del operativo alcoholímetro que es de 2,500 es lo que crea inconformidad por considerarlo que es medida recaudatoria o negocio para la empresa que tiene la concesión, ubicada en el Parque Industrial Lagunero.
Principales infracciones cometidas
Entre las principales infracciones que se aplican a conductores destacan: no respetar luz roja del semáforo que tiene un costo de 869 a 1,303 pesos, paso de nomenclatura de alto de 261 a 434. De rebasar el límite de velocidad se podría pagar de 521 a 869 pesos. La falta de precaución tiene un costo de 348 a 696, de no contar con licencia vigente la multa es de 348 a 695 pesos. Entre otras está hablar por teléfono celular y no portar el cinturón de seguridad.
Versión de un detenido en un alcoholímetro
Un joven conductor, que fue “interceptado” durante el operativo alcoholímetro en la ciudad de Gómez Palacio, Durango, asegura que su detención fue del todo injusta, tuvo que hacer un fuerte desembolso para cubrir el pago de las infracciones y fue golpeado por elementos de seguridad, fuera y dentro de la prisión, además de que le exigían que firmara documentos que no correspondían a lo sucedido.
Decidió dar a conocer públicamente su caso, con la finalidad de que se frenen los abusos de quienes intervienen en éste tipo de acciones, y que califica más como recaudatorias y no para prevenir accidentes.
“Todo ocurrió minutos después de las 2:00 de la mañana del domingo cuando circulaba en compañía de mis amigos sobre bulevar Francisco González de la Vega, y al llegar al Miguel Alemán, di vuelta a la derecha por lateral con dirección a Lerdo, Durango".
Dijo que apenas avanzó una distancia de 100 metros y se le cruzó una persona que le obligó a detenerse en mitad de carretera, acto seguido le dijo que se estacionara a un lado quien resultó ser el operador de la grúa, que no tiene ninguna autoridad.
“Éste a su vez llamo a un agente de Seguridad Pública, quien llegó casi de manera inmediata y preguntó que si había ingerido alcohol, a lo que contesté que un poco”.
Después, el elemento le indicó que pasara más adelante para que se le aplicara la prueba, por lo que al seguir las indicaciones, la situación se complicó.
"Encendí el motor, pero apenas iba dar marcha, el mismo agente que me dio la indicación sacó su arma y me apuntó a la cabeza, a la vez que me decía toda clase de insultos y amenazas”.
“Pensando en mis amigos que se habían quedado a la fuerza en el auto, traté de regresar para darles a conocer que sería trasladado a la cárcel y esto fue suficiente para que el mismo agente de Seguridad Pública se abalanzara sobre mí, me golpeara por la espalda y sujetará por el cuello, para luego abordarme en otra patrulla donde me esposaron”.
Agregó que lo llevaron a firmar el inventario del carro y se dio cuenta de que no coincidía, pues le faltaba un neumático de refacción y otros objetos, por lo que se negó firmar, lo que provocó que fuera golpeado y amenazado de nuevo, sin importar que estuviera esposado.
Ya estando dentro de módulos de prisión de la avenida Javier Mina, le volvieron a aplicar la prueba de alcoholímetro, resultado que fue menor a la primera, dónde una licenciada lo invitó a firmar los papeles donde trataban de que afirmara que desde el inicio lo había interceptado un agente de Tránsito y Vialidad y que se olvidará del grullero y del policía municipal.
Ante la negativa del joven y de que había grabado video de los golpes, rasguños y hematomas que le habían provocado, lo dejaron en libertad al pagar una multa, que de inició le exigían 5 mil pesos y tras la negociación quedó en 3 mil.
Ya libre acudió a oficinas de Vialidad donde le realizaron el cobro de 5 mil 213 pesos para que le otorgaran la liberación del vehículo. Su última sorpresa fue que al acudir al corralón le indicaron que tendría que pagar 2 mil 500 pesos del arrastre de la grúa, más 80 pesos diarios por pensión.