Ana Yeni García Rodríguez fue reportada como desaparecida el 27 de marzo, en el municipio de Temoaya. Desde los primeros días de ausencia, los familiares acudieron a preguntar en los Servicios Médicos Forenses, pero les dijeron que no había ningún cuerpo que correspondiera a la mujer de 37 años, por lo que continuaron buscando por cada rincón de la región.
Sin embargo, durante la segunda semana de junio, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) les comunicó que había sido localizada sin vida el mismo 27 de marzo y el cuerpo fue trasladado a la morgue, pero poco después a una fosa común; motivo por el cual, la familia acusa a la institución de negligencia. Ahora la familia espera la resolución de un juez para la exhumación de los restos y darle digna sepultura.
Verónica García Rodríguez, hermana de la víctima, explicó que el "viacrucis" de la familia inició la noche del 27 de marzo, ya que Yeni salió a las 07:00 horas de su casa, ubicada en Toluca, para dirigirse a su trabajo en Temoaya; sin embargo, a las 16:00 horas dejaron de tener comunicación con ella y horas más tarde la preocupación los llevó a denunciar su desaparición.
Días después, pensando lo peor, preguntaron en los anfiteatros de la zona, pero les dijeron que no había llegado ninguno con las características de su hermana. "A mí personalmente me dijeron que no, que no había ninguno de esas características. Me dijeron que había llegado un cuerpo, pero que no era el de ella, que estaba irreconocible".
Agregó que, debido a que dicho cuerpo era irreconocible, sus padres dejaron muestras de ADN, pero más tarde les confirmaron que no era su hermana, por lo que aún tenían esperanza de encontrarla con vida.
La fotografía y el boletín de la alerta Odisea se viralizaron en redes sociales, mientras que su familia continuó su campaña para encontrarla; por lo que regresaron en otras ocasiones al SEMEFO, pero la respuesta siempre fue la misma. “Varias veces acudimos y nos decían que no había ninguno que correspondiera al de mi hermana".
Pero el 8 de junio que la Fiscalía se comunicó con la familia para confirmarles que el cadáver de Yeni ingresó a la morgue la noche del 27 de marzo, tras ser atropellada en el Libramiento Temoaya - Zitácuaro, pero 10 días después el cuerpo fue enviado a la fosa común. "Ahí en la carpeta dice que murió a las 10 de la noche en la carretera".
Ante esto, ahora su familia deben esperar la resolución de un juez para la exhumación de los restos y así poder sepultarla, aunque esto podría tardar hasta un año, por lo que acusan de negligencia a la FGJEM, ya que el cuerpo sí llegó a sus instalaciones desde el primer día.
MMCF