Un año sin justicia: el feminicidio de Mara Fernanda Castilla

Los errores de la Fiscalía de Justicia de Puebla le han costado a la familia de Mara un año de ir y venir de manera infructuosa. En junio pasado magistrados anularon la acusación por feminicidio contra Ricardo Alexis, el chofer del transporte de la empresa Cabify, quien presuntamente privó de la vida a la estudiante de Ciencias Sociales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

La fiscalía poblana cometió el error de incorporar en una sola carpeta de investigación los dos delitos por los que acusó a Ricardo Alexis: feminicidio y privación ilegal de la libertad, por lo que el juez de Control encargado del caso también pasó por alto la falta y no la resarció. La consecuencia: los magistrados demandaron a la fiscalía separar las carpetas, y el proceso por feminicidio comenzó desde cero.

Es por ello que el pasado miércoles 13 de septiembre sus padres regresaron al Centro de Justicia Penal, localizado a más de media hora del centro de Puebla, donde la fiscalía estatal solicitó una audiencia para imputar el delito de feminicidio a Ricardo Alexis.

Para Gabriela Miranda —madre de Mara— “no es fácil acudir”, pues apenas se está “empapando de esto” —dijo— refiriéndose a los procesos jurídicos y leyes que aseguran garantizar una vida libre de violencia a las mujeres.

No es fácil para ellos. Hace un año, en estas mismas fechas, la familia buscaba a su hija. Ella salió la noche del 7 de septiembre de 2017 con sus amigas a un acto en San Andrés Cholula. En la madrugada del día siguiente, cuando regresaba a su hogar en un coche con sus amigos, fueron detenidos por un retén de alcoholímetro.

Mara pidió a través de la aplicación móvil Cabify un taxi, Ricardo Alexis fue asignado para dar el servicio y la recogió a las 5 de la madrugada. Sus amigos la vieron partir en el taxi, Mara llamó a su hermana mayor para avisar que ya iba camino a casa. Nunca llegó.

REINICIA CAMINO A LA JUSTICIA

A la audiencia acudieron los padres de Mara, su presunto feminicida, Ricardo Alexis, con sus abogados y los de la familia de Mara. Al inicio de esta se informó al ex chofer que se le acusa de los delitos de feminicidio y violación equiparada.

El Ministerio Público enumeró las pruebas que acreditan que el día de los hechos el agresor estaba con Mara: un video de vigilancia del fraccionamiento en el que vivía Mara, en el que se observa cómo llegan al lugar, pero ella nunca desciende del taxi, que solo se detiene por un momento y vuelve a marcharse. Un testimonio del vigilante del fraccionamiento corroboró que el carro nunca ingresó a este y nadie bajó de él.

El video de vigilancia del Motel del Sur, lugar al que fue llevada Mara por Ricardo Alexis para violarla y asesinarla por estrangulamiento. En la bitácora de registro del motel aparece su nombre y un testimonio de la empleada que le asignó la habitación. Entre otras pruebas se encuentran una toalla y sábana del motel donde fue enredado el cuerpo de Mara para, posteriormente, abandonarlo en el camino de Ocotal de Santa María Xonacatepec (cerca de Tlaxcala).

Contundente, el abogado de la familia de Mara, Luis Francisco Heredia Montes, dijo que fue incomunicada previo al asesinato, hay evidencia de que fue agredida sexualmente y su cuerpo fue expuesto en un lugar público, razones de género establecidas en el Código Penal del estado para acreditar la comisión del delito de feminicidio y por tal se debe procesar a Ricardo Alexis por este crimen, concluyó.

El representante de la fiscalía de Puebla describió cómo en solo tres horas le arrebataron la vida a la joven de 19 años. A las 5 de la madrugada el chofer de Cabify la recogió, a las 8 de la mañana ya trasladaba su cuerpo para tirarlo en un lote baldío. La dependencia tardó una semana en hallar el cuerpo, el cual fue localizado hasta el 15 de septiembre de 2017.

EN RIESGO, EL CASO DE MARA

La defensa legal de Ricardo Alexis ha aprovechado a su favor las fallas de la fiscalía poblana. Hasta ahora ganó tres amparos, uno de ellos fue el que dejó sin efecto la acusación por feminicidio.

Los magistrados determinaron que la detención de Ricardo Alexis fue ilegal, porque la fiscalía lo detuvo sin una orden de aprehensión alegando que se trataba de un caso urgente, acción que permite el nuevo Sistema de Justicia Penal, pero solamente cuando se trata de delitos que requieren prisión preventiva oficiosa.

La privación ilegal de la libertad, el primer delito por el que se le acusó a Ricardo Alexis antes de que encontraran el cuerpo de Mara, no es uno de ellos.

En consecuencia, la fiscalía poblana tuvo que volver a solicitar al juez otra medida cautelar para Ricardo Alexis que no fuera prisión preventiva oficiosa.

El tercer amparo que ganó en julio pasado responde a la ilegalidad de las pruebas de geolocalización extraídas por la fiscalía del celular de Ricardo Alexis con las que se logró conocer la ruta que siguió desde que recogió a Mara, y que permitió encontrar el cuerpo, arrojado en el camino de Santa de María Xonacatepec.

Los magistrados concluyeron que era una prueba ilegal, toda vez que la fiscalía de Puebla no la presentó dentro de las 48 horas que tiene para que la ratifique un juez de Control, por lo que no pudo usarse en los juicios.

Utilizando como argumentos todos estos errores de la fiscalía, la defensa del presunto feminicida buscó nuevamente tirar el caso tras alegar que todas las pruebas eran ilegales, porque fueron obtenidas gracias a la geolocalización, que fue desechada y calificada por los magistrados de ilegal.

Pero el juez, tras un amplio debate entre la fiscalía poblana, los asesores jurídicos de la víctima y la defensa del acusado, determinó que no eran ilegales toda vez que se pudieron obtener por otros medios. Ejemplificó que eventualmente alguien hubiera notado el cuerpo de Mara, de ahí la sábana con la que fue envuelta los llevaría a investigar el motel y obtener los videos de vigilancia y evidencias de que Ricardo Alexis estuvo ahí.

Sin dejar de reconocer la mala actuación de la fiscalía en el caso, el juez hizo referencia a que la policía de la dependencia poblana no tuvo la capacidad de encontrar el cuerpo de Mara y que recurrentemente entregan de forma tardía las pruebas.

Al término de la audiencia, la madre de Mara dijo: “Estamos aprendiendo a vivir sin Mara. Buscamos cierta tranquilidad, porque toda nunca la vamos a tener, a Mara nadie nos la regresa”.

Con voz entrecortada y conteniendo el llanto, su madre aseguró que se mantendrán en “pie de lucha, hasta tener justicia para Mara”.

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