Internos de penales enfrentan al coronavirus en el olvido gubernamental

Especialistas indicaron que no ha habido aplicación de protocolos para el covid-19 en todos los centros penitenciarios y que en por lo menos 6 de ellos sigue habiendo visitas familiares e íntimas

Los reclusorios enfrentan el covid-19 en el olvido (Cuartoscuro)
Verónica Díaz
México /

De las toneladas de insumos médicos que han arribado en 10 cargamentos aéreos a México ni un cubrebocas ni un par de guantes ha llegado a los centros penitenciarios. Este escenario a 39 días de haber entrado el coronavirus a nuestro país demuestra que el sistema penitenciario y sus más de 200 mil reos no le importan a nadie.

“Vemos que llegan aviones y aviones de China con equipo médico y los centros penitenciarios del país no han recibido una sola careta, un solo par de guantes o un solo cubrebocas. No hemos recibido absolutamente nada. ¿Cómo le hemos hecho para enfrentar la crisis? Pues con los pocos recursos que tenemos que nosotros mismos con ingenio hemos hecho algunas circunstancias de contención de salud”, dijo Apolonio Armenta, Titular de la Unidad Desconcentrada de Ejecución de Penas y Reinserción Social en el Estado de Coahuila.

Esta es sólo una muestra del escenario que representa el sistema penitenciario mexicano que evidenciaron, además de Armenta, Ana Pecova de la organización no gubernamental Equis justicia para las mujeres, Eduardo Guerrero asesor penitenciario que se encargó de reorganizar el sistema penitenciario en Nuevo León, María Elena Morera presidenta de Causa en Común y Saskia Niño de Rivera presidenta de Reinserta.

Los especialistas, que participaron en la Mesa de análisis transmitida vía streaming 'Las cárceles: una bomba de tiempo en la contingencia', organizada por Causa en común como parte del seminario Violencia, Seguridad y Derechos Humanos en México señalaron que no ha habido aplicación de protocolos para el covid-19 en todos los centros penitenciarios y que en por lo menos 6 de ellos sigue habiendo visitas familiares e íntimas, lo cual es un signo de lo importante que son para el gobierno y la sociedad estos espacios

Coincidieron en que, salvo algunas excepciones que sí han invertido recursos en el tema, en su mayoría cuenta con instalaciones de más de 50 años de antigüedad, sobrepoblación en más del 60 por ciento de ellos, altos niveles de corrupción, custodios y personal de seguridad insuficientes o mal pagado (algunos de ellos ganan 6 mil pesos mensuales), con poca preparación y con una edad mayor a los 50 años en promedio, un presupuesto que no alcanza para dar de comer bien y suficiente a todos los internos, deficiencias de higiene entre otros problemas.

“No tenemos recursos de salud y si bien el artículo 7 de la Ley de Ejecución Penal habla de la corresponsabilidad de las secretarias para el tema de reinserción social, también lo es para el tema de salud, pues hasta ahorita no se ha tomado ese tema en cuenta, de los aviones que llegan ni un cubrebocas nos ha llegado cuando es corresponsable la secretaría de salud de coadyuvar en el trabajo penitenciario. Nosotros sentimos que desafortunadamente somos el último eslabón en la cadena de justicia”.

Una excepción en este panorama es, por ejemplo, los penales de Nuevo León que desde el 9 de marzo se cerró el ingreso a familiares e incluso los custodios se quedaron “acuartelados” para no poner en riesgo a sus familias, de acuerdo con Eduardo Guerrero.

Ana Pecova habló de la condición de la mujer en estos espacios, muchos de ellos no construidos sino adaptados para ellas, cuando no hay cupo son trasladadas a centros lejanos de sus hogares con lo que se provoca una desintegración familiar. Muchas de estas mujeres no cuentan con una sentencia y en muchos de los casos se vuelven víctimas de un sistema penal punitivo.

Eduardo Guerrero asegura, ante todo esto que, el sistema penitenciario en México sobrevive como puede, salvo algunas excepciones, que los problemas ya se conocen lo que se requiere es voluntad política y recursos.

En ese camino hacia resolver la problemática de estos centros, la Ley de Amnistía, por la que podrían obtener su libertad algunas personas privadas de su libertad no es una solución absoluta.

María Elena Morera explicó que considerando los 5 delitos que se toman en cuenta en esta ley saldría únicamente 7 por ciento de las personas privadas de la libertad del país, lo cual no resuelve nada.

Morera informó que hay ya 92 casos confirmados de covid-19 en todo el sistema nacional, 6 decesos y 9 casos recuperados, los especialistas calcularon que este número podría ser mayor.

bgpa

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