El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, Francisco Javier Martínez Castillo, pidió una vez más por la salud del arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa, de quien dij, acompaña la misa de manera espiritual.
Además, por el descanso eterno de los alpinistas fallecidos en el volcán Citlaltépetl, de los guardabosques asesinados en San San Salvador el Verde y por los militares que fallecieron en Ensenada.
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Al ofrecer la misa por el décimo aniversario episcopal de Mons. Tomás López Durán, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, destacó que no se puede tener un camino de transformación y mejora, si no vamos de la mano de Dios.
"Dios nos ha elegido como su casa, y debemos de pensar y darnos la oportunidad que cada uno de nosotros somos un espacio sagrado donde Dios habita".
Es por ello que insistió que se deben de dar la oportunidad de ser la felicidad de los demás, de ser el crecimiento y de ser mejores para formar la historia de otros.
Lamentó que hoy las estructurales sociales se han dañado tanto, "y nos están cobrando la factura" debe de cambiarse y ser de otro manera.
"Revisar nuestra vida, las cosas que están mal, las hagamos bien, descubrir nuestros errores, para poder corregirlas, eso es parte del proceso de la conversión que Dios nos da para ser mejores y tener la grandeza y la dignidad de su hijo, que nos ha regalado la vida", apuntó al recordar que el tiempo de cuaresma comenzó desde el pasado miércoles de ceniza.
Agregó que, el tiempo de transformación no solo es cambiar de lo malo a lo bueno, sino de lo bueno a lo mejor, y siempre se podrá si Dios camina con nosotros.
Pidió a los fieles escuchar a Dios que es un ser inteligente "porque vale la pena escuchar las realidades que van a contribuir en tu vida" y por que te ama "sin ninguna condición".
"Dios nunca va a pedir que vivas algo que sabe que te va a ocasionar pena o desgracia, si no que te va a conducir a la felicidad".
AAC