Leonel Díaz Urbano, activista y líder indígena que estaba en contra de la construcción de una hidroeléctrica, fue asesinado a balazos en el municipio de Zacapoaxtla. No obstante, las Organizaciones indígenas y sociales opositoras a los llamados proyectos de muerte, negaron que el asesinato de Leonel Díaz Urbano, en su domicilio ubicado en la comunidad de San Juan Tahitic, se deba a temas relacionados al proyecto hidroeléctrico en esta comunidad, toda vez que, desde 2016, la empresa Hidroeléctrica Gaya S.A. de C.V ya no opera en la zona y el fallecido era líder a favor de ese proyecto.
Por medio de un comunicado, las organizaciones integrantes del Consejo Tiyat Tlali, aclararon a los medios de comunicación que el ciudadano asesinado no participó en la defensa del territorio, ni estuvo opuesto a la construcción de la hidroeléctrica que se intentó imponer en Taihtic, no era un activista social, ni era reconocido como líder indígena en su comunidad como se ha difundido a través de medios de comunicación. En años anteriores sí desempeñó un cargo como juez de paz de su comunidad estando favor del proyecto hidroeléctrico y de la empresa.
Es importante señalar que hace tres años que la empresa que pretendía construir la hidroeléctrica en Taihtic, no tiene presencia en la comunidad por lo que actualmente, no existe un conflicto comunitario vinculado a la defensa del territorio. La organización comunitaria para defender el agua y la vida se mantiene pero sin que se viva una confrontación entre pobladores o con las empresas extractivas relacionadas a la construcción de la hidroeléctrica.
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Según las primeras investigaciones ministeriales, Díaz Urbano se encontraba la noche del jueves en su domicilio, ubicado en la cabecera municipal.
En ese momento, ingresaron unos sujetos para asesinarlo a balazos y posteriormente huyeron, sin que hasta el cierre de esta edición las autoridades lograran ubicarlos.
Las detonaciones de arma de fuego alertaron a los vecinos, quienes de inmediato le dieron aviso al número de emergencias y auxilio del 911.
Al lugar acudieron policías municipales y paramédicos que sólo confirmaron la muerte del activista y líder indígena, pero no detallaron de cuántos balazos.
Policías municipales resguardaron la vivienda hasta que llegaron los peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE), quienes realizaron las primeras diligencias.
Aunque algunas versiones señalaron que Díaz estaba dormido cuando lo mataron, las autoridades ministeriales no lo confirmaron.
El cuerpo de Leonel Díaz Urbano fue llevado al anfiteatro local para realizarle la necropsia de ley y determinar con exactitud el número de impactos de bala que le quitaron la vida.
Hasta el cierre de esta edición, la Fiscalía General del Estado (FGE) no había dado información oficial, por lo que se desconoce el móvil del homicidio.
Tras la noticia del asesinato, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), demandó a las autoridades “la indagación amplia, exhaustiva y profesional” del homicidio, “sin omitir líneas de investigación”.
A través de un comunicado, el organismo condenó el ataque mortal y, además de expresar sus condolencias a los familiares, solicitó para ellos la instrumentación de medidas cautelares al gobierno de Puebla. Ello, para salvaguardar la protección de los derechos a la vida, integridad personal y seguridad, así como evitar hechos de similar naturaleza y que este caso quede en la impunidad.
Por su parte, el candidato al gobierno del estado, Alberto Jiménez Merino, expresó en su Twitter: "Lamento profundamente la muerte de Leonel Díaz Urbano, destacado priista y representante de la estructura. Deseo pronta resignación a su familia y condeno enérgicamente la violencia que hoy sufre nuestra sociedad poblana. ¡Descanse en Paz!".
ARP