Durante los casi dos meses que van del programa de desarme voluntario, el gobierno de la Ciudad de México ha destruido entre miles de armas, 121 granadas.
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De acuerdo a la secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez, se han logrado destruir además dos mil 42 armas de fuego, de las cuales mil 664 armas fueron armas cortas, 257 armas largas.
"Eso me admira mucho, cómo pueden tener en los hogares una granada en un clóset o en una maleta que alguien la pueda mover y pueda suceder un accidente para toda una familia", explicó en el atrio de la iglesia de Santa Apolonia en Azcapotzalco.
A partir de hoy y hasta el próximo 17 de mayo, los módulos para la entrega de armas se mantendrán en el atrio de la iglesia.
En este sitio, las personas que entreguen un arma no serán investigadas y se les dará a cambio una cantidad de dinero.
Personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana es quien se encarga de valorar las armas y ponerles un precio de acuerdo a un tabulador previamente establecido que va desde 100 pesos hasta los 18 mil.
"Por desgracia en nuestra ciudad sigue habiendo accidentes domésticos, riñas entre familias, entre amigos, entre conocidos, en los edificios, en los predios, en donde se usa o sale a relucir un arma de fuego y ahí no solamente es la vida sino lo que se destruye, a veces se destruyen amistades, se destruyen familias por causa de un arma", insistió.
En su intervención, la procuradora, Ernestina Godoy, dijo que están trabajando para recuperar la paz en la capital y que la ciudad vuelva a ser una burbuja de seguridad en el país.
Señaló que este programa de desarme se relanzó con la nueva administración para ofrecer mejores resultados a la ciudadanía.
"Sacar un arma de la casa significa tener mayor seguridad para la familia, para nuestros hijos, porque tenerla implica siempre un riesgo de perder la vida, nuestro patrimonio, la libertas o hasta desbaratar a nuestras familias", apuntó.
bgpa