A las 7 de la mañana empieza la marcha a través de la indomable neblina de la cordillera montañosa de Cambrian en Gales, Reino Unido. Ocho boinas verdes mexicanos llevan en sus espaldas una mochila de 41 kilos, apenas se distinguen sus pies debajo de ella. Sus experimentados contrincantes europeos apenas aciertan a levantarles el ánimo.
“Ven nuestra estatura y ven una mochila muy grande, entonces ellos piensan ‘no van a llegar’. Cuando iniciamos la marcha un inglés nos dijo: ‘¿saben qué? deben de esforzarse porque hasta ahorita nadie ha terminado la marcha, hay mucha neblina, mucho frío’. Eso a nosotros nos moraliza y nos saca una sonrisa, nosotros sabemos que podemos. Hemos podido”, dice el sargento Eder Bautista, Boina Verde y competidor de Cambrian Patrol.
Así inició el 15 de octubre de 2019 la competencia Cambrian Patrol organizada por Reino Unido en Gales, estaban reunidas 114 patrullas de este país y 38 de otros países; más de mil Boinas Verdes, la élite militar, en una justa por conseguir uno de los tres primeros lugares como los mejores ejércitos del mundo.
El evento organizado desde los años 60 consiste en 12 días de competencia, dos para cada fase. Las últimas 48 horas son de trabajo físico intenso y demostración del dominio de aspectos técnicos; la resistencia física y el poder mental son las herramientas más poderosas del equipo mexicano.
“Las primeras 24 horas de Cambrian Patrol consisten en lo que conocemos como ejercicios de liderazgo que son cargar mucho peso, caminar mucha distancia y realizar ejercicios de reconocimiento de ruta, manejo de personal, transmisión de órdenes, solicitud y resolución de problemas; posteriormente, se hacen ejercicios de reconocimiento de armamento equipo aeronaves, incluso de transportes que se emplean en otros ejércitos de otras partes del mundo”, explica el capitán Arturo Morales, coordinador de los equipos de competencia internacional de las fuerzas especiales del Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea.
Equipos de ocho integrantes de las fuerzas especiales de cada país, cada uno con una especialidad (transmisiones, enfermería, artillería, etc.) se empeña en demostrar sus habilidades en grupo frente al resto de los equipos.
México ha participado solamente en tres ocasiones, en dos de ellas ha regresado al país con una medalla: en 2017 con la de plata y tres horas menos en el tiempo de recorrido, y en 2019 con la de bronce y cinco horas menos de este tiempo; en ambas competencias el equipo de Pakistán, que lleva más de 15 años de participación en el evento, obtuvo la medalla de oro.
El sargento Bautista asegura que la preparación física es fundamental, “pero también nos preparamos psicológicamente, ya vamos dispuestos para todo lo que va a pasar, previendo que vamos a pasar mucho frío, que estaremos más de 24 horas mojados, que tendremos mucha hambre porque no hay tiempo de comer o no hay donde cocinar”.
Los Boinas Verdes han demostrado así su resistencia física pero también un alto nivel en adiestramiento táctico y técnico: precisión en su tiro, agilidad mental, cálculo de distancia o parábolas, solicitud de artillería, habilidades de rescate y supervivencia, utilización de aparatos de visión nocturna, etc.
El capitán Morales resume así la filosofía de sus militares: “Para nosotros no hay nada más importante cumplir la misión y estamos preparados para todo, jamás vamos a dejar que uno de nuestros compañeros diga ya no puedo, nadie se queda atrás”.
Hoy el mundo enfrenta un gran reto con el covid-19, pero las fuerzas armadas del mundo y especialmente las mexicanas han demostrado su aptitud para resolver lo que sea necesario, como en esta competencia y como ha sucedido cada vez que la Sedena aplica el Plan DNIII-E a favor de la población.