Un juez federal sentenció a 19 años seis meses de prisión a Gabriel Mejía Flores, El Chundo, quien fue jefe de plaza en Zitácuaro, Michoacán, del cártel La Familia Michoacana y posteriormente se unió a Los Caballeros Templarios, donde era el encargado de administrar los ingresos de la organización.
La Fiscalía General de la República (FGR) lo acusó de los delitos de portación de arma de fuego del uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y posesión de clorhidrato de metanfetamina con fines de comercio.
Mejía Flores fue detenido en junio de 2011, tras un operativo de la Policía Federal, donde también se capturó a Jairo López Mendoza, El Ojos, jefe de plaza de Tuxpan, así como a seis integrantes más de la mencionada organización criminal.
El anunció de estas capturas la realizó Ramón Eduardo Pequeño, quien era el jefe de la División Antidrogas de la Policía Federal, y uno de los colaboradores cercanos al ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
En ese entonces, el funcionario indicó que los trabajos de inteligencia les permitieron tener conocimiento de que se realizaría una reunión el poblado de Piedras de Lumbre de personas que dejaron a La Familia y se unieron a Los Caballeros Templarios.
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En dicho lugar se detuvo a El Chundo y a El Ojos, además de Jaime Francisco Riva Merlos, El Bebé, y Juan Carlos Leyva Muerlos, responsable de la logística y coordinación de secuestros.
También se capturó a Raúl Mejía Flores, El Chiqui; Gerardo Gómez Mejía, El Chente; Juan Soto Cuevas, y a Arturo Aciota Valdespino, El Láminas.
Hasta el 30 de agosto de 2011, se cumplimentó la orden de aprehensión contra Gabriel Mejía, quedando a disposición del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, y actualmente interno en el Centro Federal de Readaptación Social número 12 CPS-Guanajuato”.