Lejos de desalentar a la delincuencia, la instalación de videocámaras en las combis y camiones de pasajeros se han convertido en un escaparate en las redes sociales donde los delincuentes hasta se jactan de aparecer cuando cometen sus fechorías, afirmó Guillermo García Salmerón, director de autotransporte de la Asociación de Empresarios y Ciudadanos del Estado de México (Asecem).
Expuso que la obligatoriedad de instalar cámaras establecido en la Gaceta de Gobierno con fecha marzo de 2018, ha sido un tormento para los concesionarios porque cada equipo tiene un costo de 15 mil 900 pesos y se tiene que comprar con el proveedor que indica la autoridad.
Además “pretenden paguemos 500 pesos al mes para que estén monitoreados por el C5, no vamos a poder, esto es grave porque la autoridad no hace responsable como empresarios de la seguridad pública, que es una obligación del Estado Mexicano, como lo establece la Constitución”, anotó el empresario del transporte.
Pese a ello informó que 45 por ciento del total del parque vehicular del transporte de pasajeros ha instalado las cámaras, pero no ha reducido el asalto a los usuarios. “Los malandros hasta saborean salir en las redes sociales y la televisión, porque les gustan los reflectores”.
García Salmerón pidió ser escuchados por las autoridades ya que también enfrentan la competencia de las apps extranjeras como son Uber, Didi, Cabify, Beat, “que nos han llevado al borde de la quiebra, porque esos servicios no tienen que atravesar los trámites engorrosos que tenemos que hacer los concesionarios para obtener las placas y permisos”.
KVS