En un hecho sin precedentes, el campeón mundial de boxeo de pesos pesados, Andy Ruiz, estuvo por más de dos horas en el penal del Topo Chico como padrino de lujo del torneo "Guantes por la Paz", en el que participaron reos de los tres penales del estado.
Al filo del mediodía, llegó a las instalaciones del penal acompañado por el asesor especial del gobierno de Nuevo León, Eduardo Guerrero, y del empresario y promotor deportivo, Carlos Bremer.
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En su mensaje, el boxeador recordó que durante un tiempo él estuvo en un penal, pero les recordó que hay manera de salir adelante de hechos difíciles en la vida.
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Ruiz firmó decenas de autógrafos y fotografías a los internos, policías e invitados.
De hecho, en un acto fuera de protocolo, pidió a las autoridades la oportunidad de ir a uno de los módulos donde cientos de internos le gritaban desde las ventanas para saludarlo.
Tras recorrer y saludar de mano a muchos de los reos, el campeón se retiró al filo de las 14:00 horas del centro penitenciario, no sin antes advertir que se encuentra listo para su pelea de revancha por el título.