El 20 de octubre de 2008 el gobierno de México dio un golpe fuerte contra el crimen organizado. En un inmueble ubicado en la colonia Lindavista, agentes de la entonces Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal realizaron un operativo en un domicilio en donde se sabía que estaba escondido Jesús Reynaldo Zambada García, El Rey o El Patrón.
El hombre no era cualquier sospechoso, se trataba del hermano del narcotraficante Ismael El Mayo Zambada, ubicado como líder del cártel y actualmente prófugo de la justicia mexicana y de Estados Unidos, país que le ha seguido el paso para arrestarlo al estar detrás del trasiego de droga a esa nación.
Los policías detuvieron a otros presuntos integrantes del cártel que estaban en aquella casa de seguridad y los trasladaron a la agencia 50 de la entonces Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.
Horas más tarde alguien informó—presuntamente gente del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, El Barbas—que entre los detenidos estaba el hermano de El Mayo Zambada por lo que fue puesto a disposición de la Procuraduría General de la República (hoy fiscalía).
En el juicio en Estados Unidos contra Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública— acusado de nexos con el crimen organizado—el narcotraficante Sergio Enrique Villarreal Barragán, El Grande, reveló algunos detalles sobre las relaciones entre funcionarios con el mundo de las drogas, declaración en la que salió a la luz el nombre de El Rey Zambada.
De acuerdo con lo dicho por El Grande, Beltrán Leyva ordenó matar a Jesús Reynaldo Zambada García quien fue uno de los primeros testigos y ex socios de Joaquín El Chapo Guzmán en declarar en su contra.
El Rey Zambada estaba a cargo de las operaciones del cártel en la Ciudad de México y Sergio Villarreal sugirió no matarlo, de manera que pactaron entregarlo a las autoridades.
"Fuimos con uniformes de la SIEDO a uno de sus domicilios donde luego de un enfrentamiento los detuvimos,” narró El Grande quien también contó que después lo entregaron a la policía de la Ciudad de México y a verdaderos agentes de la SIEDO.
En 2008 se dio a conocer que las autoridades que descubrieron que El Rey Zambada fue el autor intelectual del fallido atentado con bomba contra el entonces director sectorial de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, Julio César Sánchez Amaya, con indicativo Pegaso, el 15 de febrero de 2008.
No obstante, a 15 años de aquel arresto, el mismo Jesús Reynaldo Zambada García aseguró que más que una detención, querían matarlo. En una entrevista concedida para el canal de YouTube Pepe's Office con Pepe Garza, el capo reveló que los agentes querían asesinarlo y vivió "un momento de tensión muy fuerte" y pese a ello ordenó a su gente que no dispara contra los agentes.
"Mi detención más bien era un intento de homicidio, lo que se estaba llevando a cabo, me iban a matar, o sea, ellos nunca llegaron a identificarse como policías ni a decirme 'traemos una orden de aprehensión'; llegaron echando bala a diestra y siniestra. Lo que querían era matarme, esa es la realidad. Me di cuenta de esto que estaba pasando y la verdad actúe fríamente. Le dije a mi gente 'tranquilos, no tiren, yo sé lo que voy a hacer; cúbranse, cuídense, vamos a intentar salir bien de esto, yo sé lo que voy a hacer, tranquilos, cúbranse como puedan pero no disparen'.
"Inmediatamente pensé en pedirle ayuda a la policía municipal porque yo vi que con ellos venía gente de Arturo (Beltrán Leyva), yo los conocía, ni modo que no conozca al grande. Aparte venían tres o cuatro más que también los conocía, entonces yo dije 'me vienen a matar' y no me puedo entregar. Dije 'si entran, es otro rollo'. La policía me contestó y me dijo '¿Qué pasó patrón?', les dije que era yo, 'estoy aquí adentro vengan por mí porque me van a matar, vienen a matarme'.
En ese momento, relató, brincó una barda junto con sus hijos, pero se lastimó el pie, pese a ello subió a un edificio en donde se escondió en donde estaba un tinaco, no obstante, lo iban persiguiendo y disparando.
"Me tiraban y me tiraban y me iban siguiendo los tiros para donde iba. Afortunadamente nunca me pegaron y nunca le pegaron a nadie de una forma que mataran a alguien salvo dos rozones a un muchacho y otro a otro. Así pasó, se siente la muerte muy cerquita", narró El Rey Zambada.
El Rey Zambada así reveló cómo fue detenido
El Rey Zambada se rodeó de ex agentes de la extinta Policía Judicial Federal (PJF) para contar con enlaces y operar con protección. Por ejemplo, el agente Amado Nava, quien formó parte de Interpol México y capturó el 24 de agosto de 2000 al genocida argentino Ricardo Miguel Cavallo, en Cancún, Quintana Roo.
Las investigaciones de la PGR y de autoridades del gobierno de Estados Unidos revelaron que uno de los colaboradores de El Rey Zambada era Edgar Enrique Bayardo del Villar, comandante de la extinta Policía Federal, quien tenía nexos con el cártel de Sinaloa y era informante de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés).
El comandante era familiar de Mario Alberto Bayardo Hernández, líder de la banda de secuestradores Los Bayardo. Sin embargo, el 1 de diciembre de 2009, Enrique Bayardo fue ejecutado en un Starbucks de la colonia del Valle, en el Distrito Federal, cuando se encontraba almorzando.
El Rey Zambada fue investigado por el homicidio de Edgar Eusebio Millán, coordinador Regional de la Policía Federal, asesinado el 8 de mayo de 2008 en su casa en la colonia Guerrero.
El Rey Zambada fue ingresado al penal de máxima seguridad del Altiplano y luego extraditado a Estados Unidos en 2012, país que lo incluyó en la lista negra del Departamento del Tesoro en ese año al ser acusado de formar parte del cártel, pero en 2021 Jesús Reynaldo Zambada García, pero luego fue eliminado de la lista de narcotraficantes sancionados.
El capo logró un acuerdo con la justicia de ese país, que lo acusaba de traficar toneladas de droga desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM)—donde reconoció tener control—y para una reducción de su condena accedió a testificar en el juicio en de El Chapo Guzmán.
"Era muy complicado mi caso, yo aquí en Estados Unidos tenía dos casos. En uno tenía vida y en el otro tenía de 10 años a vida, mi abogado me logró formalizar los dos casos en uno y me puso en el camino de hacer lo correcto, aceptar que era culpable y hablar con la verdad con el gobierno. Todo eso tiene un significado aquí muy especial porque esta gente se maneja muy acorde a lo que es la realidad.
"Si tú te acondicionas a platicar con la verdad, lo que tú fuiste, hiciste y todo ese tipo de cosas y ellos comprueban que es verdad, te dan un tratado de colaboración que al final es una recomendación que se le da al juez para que al momento de tu sentencia el juez toma en consideración todo ese tipo de comportamiento tuyo a través de tu tiempo en la cárcel, desde cómo te comportas con los compañeros, todo tu comportamiento", contó en la entrevista con Pepe's Office.
Con información de Juan Alberto Vázquez y Rubén Mosso
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