A un año del asesinato de Giovanni López Ramírez a manos de alrededor de 10 policías de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco, luego de haber sido arrestado por no portar el cubrebocas, hay circunstancias que aún no han sido aclaradas.
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“No hay una explicación muy clara todavía, ni una investigación o que se haya revelado hasta dónde y qué persona sabían, si los mandos conocían sobre los hechos. Todavía hay pendientes en ese caso”, aseguró Jorge Tejad, especialista en seguridad y académico del Iteso.
El asesinato del joven de 30 años indignó a toda la sociedad de Jalisco y un mes después a raíz de su muerte se suscitaron una serie protestas masivas y disturbios por abuso de la fuerza. Durante las manifestaciones se registró la desaparición de jóvenes por agentes de la Fiscalía del Estado.
“Quedan muchas dudas acerca del verdadero control que tiene el gobierno del estado sobre sus policías, no hay un discurso claro, ni documentación para los que estudiamos que revelen exactamente cómo le están haciendo los mandos para prevenir y controlar”, detalló.
El asesinato de Giovanni López a manos de los policías y la desaparición de los jóvenes por agentes de la Fiscalía del Jalisco, ambos hechos vinculados con el gobierno que encabeza Enrique Alfaro Ramírez, figuran en el informe 2020/21 publicado por Amnistía Internacional, que documenta las violaciones a los derechos humanos más graves en 149 países.
“Pero hoy por hoy estas cosas pasan porque es muy fácil para una policía borrar la propia vigilancia de modo que no se sepa en todo momento que están haciendo dónde están cuando salieron y esto denota una falta de avanzar en los órganos de control interno”, explicó.
MC