La Fiscalía General de Nuevo León cateó el centro social Jezenia, en Monterrey, donde el pasado fin de semana fueron asesinadas a balazos dos personas durante un baile vallenato, como parte de las investigaciones para identificar a los responsables del ataque.
Los agentes ministeriales informaron que están enfocados en la identificación de él o los organizadores del evento, con el fin de saber si la acción delictiva iba dirigida hacia ellos.
Durante la inspección, los peritos recolectaron muestras de manchas de sangre dentro y fuera del inmueble, cubrebocas y latas de cerveza.
En el exterior fueron analizadas dos camionetas: una Dodge Ram y una Mazda CX5, ambas de color blanco y con placas de Nuevo León.
El ataque a balazos se reportó durante la noche del sábado, en el centro social Jezenia, ubicado o en el número 5134 de la avenida Gustavo Díaz Ordaz, en la colonia Croc.
Los informes señalan que un grupo vallenato estaba tocando cuando repentinamente fueron interrumpidos por hombres armados que dispararon en contra de los asistentes.
Testigos señalaron que, tras perpetrar el ataque, los agresores se retiraron a toda prisa a bordo de un automóvil tipo Sonic gris y otro coche rojo.
Según una publicación en redes sociales, el evento contaría con la presencia de las agrupaciones "Montse y su Nueva Marbella", "La Era Colombiana" al igual que "Javier López y Los Reyes Vallenatos", sin embargo, el líder de este último conjunto informó en Facebook que ellos no alcanzaron a llegar al lugar donde ocurrió el ataque.
Denuncian falta de seguridad en la colonia Croc
Habitantes de la colonia CROC denunciaron públicamente la falta de seguridad y de vigilancia policiaca en aquella zona, lo que ha desencadenado en la comisión de hechos delictivos graves, como el ocurrido la noche del sábado en el centro social Jezenia, donde fueron asesinadas a tiros dos personas y otras siete resultaron heridas.
Algunas personas señalaron que, a través de las redes sociales, se promueven bailes de corte vallenato que se realizan en diferentes puntos, "a discreción", y que aglomeran a hombres y mujeres de diferentes puntos de la ciudad.
Tres de las siete personas que quedaron heridas permanecían graves en un hospital, mientras las autoridades investigan, pero carecen de pistas de los responsables.
El inmueble donde tuvo lugar la masacre permanece acordonado, y bajo la custodia de elementos de la Fuerza Civil.
En la fachada y en la puerta principal se aprecian los orificios que dejaron los proyectiles disparados por los delincuentes, y que también dejaron una estela de sangre.