En poco más de un minuto, el oficial Leonardo González salvó la vida de un recién nacido que se estaba asfixiando. Luego de aplicar una técnica similar a la reanimación cardiopulmonar, el bebé pudo volver a respirar.
El jueves, el oficia patrullaba las calles de la colonia Tezozómoc, en Azcapotzalco, cuando alrededor de las 20:45 llegó la emergencia a su radio de que un menor no podía respirar por probable asfixia causada por atragantamiento. En un minuto, el policía ya estaba en la casa donde se encontraba el menor, quien tenía dos semanas de recién nacido.
Cuando estaba afuera del domicilio, vecinos de la calle le hicieron señas desde la casa en la que se encontraba el menor con sus papás. González subió unas esclareas e ingresó al edificio. Adentro, la madre, recuerda el policía, estaba “en shock y no decía nada”, mientras que el padre del menor estaba al teléfono con personal del servicio de emergencias del 911, apoyándolo para saber qué hacer con el niño llamado Víctor Manuel.
La mujer de 24 años de edad comentó que su hijo no reaccionaba y al parecer, no podía respirar. El oficial se acercó al menor, quien “estaba muy pálido”. En seguida, el oficial Leonardo cargó al bebé, lo acomodó en su antebrazo izquierdo boca abajo y, con sus dedos en los pulmones del menor, comenzó a practicar una técnica para que desechara el producto que pudiera obstruir sus vías respiratorias.
“El bebé prácticamente estaba blanquito. Le pregunté si era el color natural y me dijo que no, que momentos antes había dejado de sentirse el latido de su corazón, por lo que lo cargué y fue que hice la maniobra”, comentó González.
Después de unos segundos, el bebé arrojó mucosidad de la nariz y la boca, lo que provocó el llanto y la entrada de aire a sus pulmones. El oficial, en minuto y medio, estabilizó al bebé y lo entregó a sus padres.
“Nunca me imaginé que iba a ser un bebé de dos semanas de nacido. Los papás estaban desesperados, no sabían ni qué hacer y tenía que caber la cordura en uno y tranquilizarlos, luego a hacer la maniobra para salvarlo.
“La mamá de plano decía nada, se quedó en shock. El papá dijo que estaba en el baño y que acaba de salir cuando yo llegue. Es por eso que estaba pidiendo el apoyo vía telefónica; la mamá de plano se quedó pasmada y se reconfortó ya cuando vio al bebé llorar, toser y cuando empezó a sentirse el pulso del bebé”, recordó el oficial.
A la casa llegaron paramédicos y atendieron al menor, a quien le revisaron los signos vitales y diagnosticaron que estaba sufriendo de atragantamiento, por lo que fue trasladado a un hospital pediátrico para su atención.
lp